El entrenador del Balonmano Salamanca, Martín Rechimón, analiza los retos del club, destacando la dificultad para atraer fichajes como principal hándicap. Es el sexto protagonista de nuestra nueva sección
El BM Salamanca ha afrontado los primeros meses de competición con la intensidad y la exigencia que se presuponían. En una categoría sin tregua, el técnico del primer equipo, Martín Rechimón, analiza para SALAMANCArtv AL DÍA el estado actual de la plantilla, los objetivos del club y los desafíos a los que se enfrenta un proyecto que busca consolidarse a largo plazo. Con un discurso realista pero ambicioso, Rechimón subraya la importancia del trabajo semanal y el apoyo de la afición como pilares fundamentales para asegurar la permanencia.
Desde su llegada, el entrenador ha constatado la enorme igualdad de la competición, una característica que obliga a mantener la máxima concentración en cada jornada. "Es un poco lo que esperábamos, una liga que está muy pareja, en la que no hay equipos que que sean 'cucos' ni equipos que estén abandonados", ha explicado Rechimón. Esta paridad convierte cada encuentro en una final, donde cualquier equipo puede sorprender. Las sensaciones del cuerpo técnico confirman que la temporada será una carrera de fondo: "Es una liga donde cada fin de semana hay que salir a competir al máximo y que va a estar muy igualada hasta el final".
Más allá de los resultados inmediatos del primer equipo, Martín Rechimón ha puesto en valor el trabajo estructural que se está llevando a cabo en el club. A pesar de ser un recién llegado, percibe un esfuerzo coordinado por sentar unas bases sólidas para el futuro. "Creo que hay un proyecto que está iniciando, que se están reacomodando algunas cuestiones que faltaban en cuanto a la organización", ha señalado. Este proceso de crecimiento incluye un mayor enfoque en el balonmano base, con una coordinación más estrecha en las escuelas, un pilar esencial para garantizar la sostenibilidad del club.
Rechimón es consciente de que los frutos de este esfuerzo no serán inmediatos. "Es un trabajo a largo plazo, pero que va ordenando un poco el día a día", ha afirmado. En cuanto a la plantilla, se ha mostrado muy satisfecho con la actitud de sus jugadores, especialmente tras la rotación sufrida. "Los chicos están trabajando superbién. En eso estoy muy contento, porque el compromiso y la entrega, si bien al final nos falta un poquito de conocimiento de la categoría por muchos de los jugadores que se sumaron, lo están haciendo superbién", ha destacado.
Sin embargo, uno de los mayores desafíos para el BM Salamanca es la confección de la plantilla. La dificultad para atraer talento a la ciudad es un obstáculo significativo. Rechimón ha revelado que el club ha perdido oportunidades de fichar a jugadores que, finalmente, optaron por otros destinos con mejores condiciones. "Es difícil en cuanto a qué ofrecer nosotros como institución. Una oferta en otro sitio donde vayan a estudiar, donde ya haya un equipo que no les pague, pero que le ofrezca el piso o algún acuerdo con la universidad, al final en eso nos sacan una ventaja", ha lamentado. Esta situación, según el técnico, es un "hándicap" que el club necesita superar en el futuro, posiblemente a través de acuerdos con instituciones educativas como la universidad.
En un equipo con muchas caras nuevas, la figura de los veteranos se vuelve crucial. Martín Rechimón no ha dudado en ensalzar el papel de Sebas Elena, un jugador histórico del club y una pieza indispensable dentro y fuera de la pista. "Sebas, la verdad que es un fenómeno. Yo llego a través de él también al club", ha reconocido el entrenador. Su influencia va más allá de lo deportivo, actuando como nexo entre el cuerpo técnico y la plantilla.
"Es la figura que se necesita en el vestuario, que tira del equipo, que acoge bien a los chavales que llegan y al final hace que el nexo entre el que lidera, que soy yo, y el vestuario sea fluido y mucho más fácil", ha detallado Rechimón. El compromiso de Elena es total, siendo un ejemplo para los más jóvenes por su dedicación en los entrenamientos y su implicación en otras tareas del club, lo que genera un fuerte "sentido de pertenencia" y acelera la adaptación de los nuevos fichajes.
El objetivo principal de la temporada es claro: la salvación. "El objetivo es seguir compitiendo en Primera, va a ser duro, va a ser difícil", ha admitido Rechimón. Para lograrlo, el equipo necesita convertir el Pabellón del Río Tormes en un fortín, y en ese aspecto, la afición está jugando un papel determinante. El técnico ha agradecido el apoyo recibido en los últimos encuentros en casa, donde el público ha sido decisivo.
Desde la directiva se han impulsado iniciativas para aumentar la asistencia, y los resultados ya se notan. "Los últimos tres partidos fueron un jugador más para nosotros. La verdad que vinieron, apoyaron, el pabellón se sentía, y eso está bueno para todos", ha concluido el entrenador. Con el respaldo de su gente y una filosofía de trabajo constante, el Balonmano Salamanca lucha semana a semana por consolidar su plaza en la categoría.