Tras cerca de nueve meses de espera, el establecimiento ultima los preparativos para abrir sus puertas bajo una nueva gestión
La esperada reapertura del bar de la estación de autobuses de Peñaranda está a punto de hacerse realidad. Así lo ha confirmado a Bracamonte al Día la nueva adjudicataria del negocio, que afronta esta etapa con ilusión, aunque también con cierta impaciencia por los últimos trámites pendientes.
“Me tiene muy intranquila ya que quiero comenzar cuanto antes. Un establecimiento cerrado no genera ingresos ni da el servicio que merece la gente”, ha expresado la responsable, que confía en poder levantar la persiana en cuestión de días.
El único paso que falta para el arranque es la visita del técnico de Iberdrola, quien debe certificar el correcto funcionamiento de la nueva instalación eléctrica. El aviso a la compañía se realizó el pasado jueves, y el plazo estimado para la inspección es de entre cinco y siete días hábiles. Una vez emitido el certificado, el local podrá iniciar oficialmente su actividad.
Durante este tiempo, el bar ha sido objeto de una profunda reforma que ha transformado por completo su aspecto y mejorado sus instalaciones. La nueva gerencia quiere ofrecer un espacio más cómodo, moderno y acogedor tanto para los viajeros como para los vecinos, con una carta renovada y nuevos servicios orientados al público local y al tránsito diario de usuarios.
Con todo casi listo, el regreso de este punto de encuentro tan habitual para quienes pasan por la estación marcará el comienzo de una nueva etapa que, según se espera, devolverá la vida y el movimiento a uno de los rincones más transitados del municipio.