Por iniciativa de UPL, que también proponía que la Junta lo comprase, pero esta posibilidad ha sido rechazada
Por iniciativa de Unión del Pueblo Leonés, la Comisión de Cultura, Turismo y Deporte de las Cortes de Castilla y León aprobó en la mañana del viernes una Proposición No de Ley para proteger y poner en valor los restos del castillo medieval de Castillejo de Azaba, que en el año 2024 fue incluido en la ‘Lista Roja de Patrimonio’ por la Asociación Hispania Nostra debido a su total estado de abandono.
En concreto, lo que aprobaron las Cortes en la mañana del viernes fue incluir este castillo, como Bien de Interés Cultural, en el Catálogo de Bienes Culturales de Castilla y León, algo que desde UPL veían “irrenunciable”, según la procuradora de la formación, Alicia Gallego, ya que lo consideran “imprescindible para su protección legal”.
En este sentido, esta inclusión facilita la toma de medidas para frenar el deterioro y posible colapso estructural del monumento, que a día de hoy tiene las bases de los muros erosionadas, y además, el costado de un muro presenta una preocupante grieta que podría conducir a su colapso y derribo.
En el marco de la Proposición también se ha aprobado que técnicos de Patrimonio de la Junta de Castilla y León asesoren al Ayuntamiento de Puebla de Azaba (que es el propietario del castillo) para testar los posibles puntos de colapso e intervenciones que puedan hacer falta para garantizar su perdurabilidad e integridad. A la hora de prestar esta ayuda, UPL ha pedido que se tenga en cuenta la escasa capacidad económica de Puebla de Azaba, con sólo 142 habitantes censados, 27 de ellos en Castillejo de Azaba.
La Proposición de UPL también recogía la posibilidad de que la Junta estudiase la posibilidad de adquirir el castillo, de cara a poder acometer en el futuro su rehabilitación, puesta en valor, y uso con fines culturales, turísticos o de otro tipo, pero este punto fue rechazado por PP y Vox.
Debido a sus características arquitectónicas, se estima que este castillo fue construido en los siglos XI ó XII, para contribuir a la defensa de la frontera occidental del Reino de León frente a Portugal, una vez que el Condado Portucalense se independizó del reino leonés para formar el Reino de Portugal. Este Castillo es una edificación levantada a base de paramentos de mampostería de morrillos cuarcíticos y lajas de pizarra trabados con argamasa bajo la forma de tongadas, con una planta cuadrada de 22x22 metros de lado, y muros de 1,5 metros de grosor y 2,5 metros de altura.