Toma el testigo de su hermano Julio con el compromiso de mantener la misma calidad y el trato cercano que definen al negocio
Fotografías: Estudio Digital Francisco Cañizal
Alba de Tormes ha dado la bienvenida a un nuevo establecimiento que, en realidad, hunde sus raíces en décadas de tradición y conocimiento del oficio. Frutería Tejedor ha abierto sus puertas en la calle Benitas número 2, un proyecto liderado por Richard Pérez Tejedor, quien toma el relevo de un negocio familiar de su hermano Julio Pérez. Y nace con el firme propósito de mantener intacta la esencia que lo ha caracterizado siempre: la calidad del producto y un trato cercano forjado en innumerables rutas y mercados.
Para entender la filosofía de esta Frutería Tejedor es imprescindible viajar en el tiempo y en el espacio. La historia de Richard no ha comenzado entre las cuatro paredes de una tienda, sino en el asfalto de los pueblos de la comarca. La venta ambulante no es solo su profesión, es su herencia. “Mis abuelos, tanto por parte de padre como de madre, ya se dedicaban a lo mismo”, ha explicado Richard. Una tradición de tres generaciones dedicada a llevar las mejores frutas y hortalizas a cada rincón, un legado que él ha continuado durante casi tres décadas.
Con 29 años de experiencia a sus espaldas, su andadura profesional comenzó junto a su hermano en el mercadillo de Piedrahíta. Desde ese punto de partida, su ruta se fue expandiendo, consolidando una clientela fiel en numerosos municipios. “Actualmente hago venta ambulante en pueblos de la zona como Aldeaseca, Pedrosillo, Galleguillos, Amatos de Alba, Cilloruelo o Francos”, ha detallado. Su actividad no se limita a los mercados, ya que también abastece a residencias y supermercados, demostrando una capacidad de adaptación y un profundo conocimiento del sector.
Ahora, al frente de la frutería en Alba de Tormes, Richard Pérez Tejedor ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad y confianza a los clientes habituales. Lejos de buscar una ruptura, su objetivo es la continuidad. “Me gustaría resaltar que seguimos la misma línea, no cambiamos en nada”, ha afirmado con rotundidad. Esta declaración de intenciones se materializa en el día a día del establecimiento, donde los clientes encontrarán los mismos productos y las mismas marcas de confianza que ofrecía su hermano.
La transición ha sido tan fluida que, según ha comentado, muchos ni siquiera han notado el cambio. “Mucha gente que viene me dice que no se da cuenta, que entra y es exactamente lo mismo”, ha señalado. Para Richard, este es el mayor cumplido, la prueba de que el compromiso con la calidad se mantiene inalterable. No se trata de empezar de cero, sino de continuar una labor bien hecha, un camino ya trazado.
Este profundo respeto por el trabajo de su hermano es una de las claves de su nueva etapa. Con humildad y determinación, Richard ha expresado su admiración por quien le ha pasado el testigo. “Tengo un buen antecesor, mi hermano Juliio y espero estar a la altura como él”, ha confesado. Es consciente de la responsabilidad que asume, pero también de su propia capacidad, forjada a lo largo de una vida entera dedicada al negocio. “El negocio lo conozco de hace años, no es nada nuevo para mí”, ha subrayado para disipar cualquier duda sobre su preparación para este nuevo reto.
Además de la fruta y verdura fresca de primera calidad, Frutería Tejedor ofrece un producto que la distingue y que es fruto del saber hacer familiar: los higos de elaboración propia. Este producto artesanal es uno de los tesoros del negocio, un manjar que trasciende las fronteras de la provincia. “Empezamos con la elaboración de los higos, que es propia, y los mandamos al por mayor a muchos puntos de fuera de Salamanca”, ha explicado Richard.
Hasta ahora, este producto estrella se distribuía principalmente a gran escala, pero la apertura del local en Alba de Tormes brinda una nueva oportunidad para los vecinos de la villa ducal y sus alrededores. “Ahora, la gente los puede encontrar aquí, en la tienda”, ha confirmado. Esta iniciativa permite acercar un producto exclusivo y de elaboración local al consumidor final, añadiendo un valor diferencial a la oferta de la frutería.
Con esta nueva apertura, Richard Pérez Tejedor no solo continúa una saga familiar, sino que la adapta a los nuevos tiempos sin perder un ápice de su autenticidad. La Frutería Tejedor de la calle Benitas se convierte así en un punto de encuentro entre la tradición de la venta ambulante y la comodidad de un establecimiento fijo, un lugar donde el sabor de siempre y la confianza de toda una vida están más presentes que nunca.
Una de las premisas de Richard es trabajar con producto local y de cercanía. "Tomates de Zamora, manzanas de Toro, todo lo que podamos hacer en la línea del producto local es primordial", explica.
Los clientes pueden encargar sus compras vía telefónica e incluso por watshapp en el teléfono 682414638. De esta manera pueden encargar su pedido e ir a recogerlo a la tienda cuando ellos consideren.