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Mantenerse en forma después de los 40 no se trata de perseguir las mismas metas que tenías a los veinte; consiste en tomar decisiones inteligentes que te mantengan fuerte, enérgico y saludable. Los hombres que priorizan el movimiento, la recuperación, la atención preventiva y el autocuidado pueden seguir teniendo un rendimiento óptimo en la vejez.
Tu metabolismo, niveles hormonales y masa muscular cambian lentamente a partir de los 40. Normalmente, los niveles de testosterona empiezan a bajar, el tiempo de recuperación se alarga y el riesgo de problemas de salud a largo plazo aumenta. Aunque esto pueda parecer alarmante, puedes afrontar estos cambios si mantienes los hábitos adecuados.
Esta es también la edad en la que los leves problemas de salud empiezan a acumularse. Hacer poco ejercicio, dormir mal y faltar a chequeos regulares pueden acumularse rápidamente. La grata noticia es que los hombres que mantienen rutinas regulares y realistas en esta etapa suelen sentirse mejor que hace diez años.
El ejercicio regular es clave para mantenerse sano a largo plazo. El secreto está en combinar entrenamiento de fuerza, cardio y trabajo de movilidad para mantenerse activo durante mucho tiempo, en lugar de solo breves periodos de actividad.
Uno de los muchos beneficios del entrenamiento regular de fuerza y ??aeróbico en los hombres de mediana edad, es más probable que mantengan su independencia a medida que envejecen. No se trata de levantar las pesas más pesadas, sino de moverse bien en todo momento.
A los 40, necesitas recuperarte; no es algo que puedas saltarte. La calidad del sueño tiene un efecto directo en tus niveles hormonales, metabolismo, rendimiento cognitivo y fortaleza emocional. La mayoría de los hombres necesitan dormir de siete a ocho horas cada noche sin interrupciones, pero la calidad del sueño suele ser más crucial que la cantidad.
Mantener un horario regular para dormir, limitar el tiempo frente a pantallas por la noche y mantener tu espacio para dormir fresco y oscuro son hábitos sencillos que pueden marcar una diferencia significativa en tu calidad de sueño. El estrés crónico, por otro lado, eleva los niveles de cortisol, detiene la producción de testosterona y provoca que el cuerpo almacene grasa en el abdomen.
La respiración profunda, la meditación o incluso caminatas cortas sin distracciones son todas prácticas de atención plena. Eso puede ayudar a reducir el estrés. El ejercicio es una de las mejores maneras naturales de aliviar el estrés, pero tomar descansos planificados aumenta aún más los beneficios.
A los 40, la atención preventiva pasa de ser "opcional" a "esencial". Los chequeos regulares, la presión arterial, las pruebas de colesterol y las de detección de diabetes o próstata pueden ayudar a detectar problemas a tiempo, a veces incluso antes de que aparezcan.
Otra cosa que suele cambiar a esta edad es la visión. Cosas que antes eran fáciles, como leer letra diminuta o concentrarse en las pantallas, pueden empezar a dañar los ojos. En este punto, vale la pena pensar en gafas graduadas hombre que se adapten a sus necesidades de visión; pueden aliviar la fatiga visual, reducir los dolores de cabeza y ayudarle a mantenerse concentrado en el trabajo.
Además de los chequeos regulares, llevar una dieta equilibrada rica en proteínas magras, verduras, grasas saludables y cereales integrales es la mejor manera de mantenerse sano. Reducir el consumo excesivo de alcohol y dejar de fumar puede tener un impacto significativo en la salud a largo plazo.
Reducir el consumo excesivo de alcohol y dejar de fumar puede tener un impacto significativo en la salud a largo plazo.
El cuidado personal de los hombres es más que simplemente arreglarse o tomarse un descanso de vez en cuando; es un hábito que mejora tanto tu salud física como mental. Cuidarse a los 40 significa darle a tu cuerpo y a tu mente el mismo peso.
Esto podría significar reservar tiempo para un pasatiempo que lo ayude a relajarse, recibir masajes regulares para aliviar la tensión muscular o simplemente salir todas las mañanas para restablecer su estado de ánimo y su ciclo de sueño.
Tu forma de vestir y presentarte también puede tener un efecto sutil pero importante en tu confianza. Unos relojes aceptables, zapatos cómodos y gafas con estilo son solo algunos ejemplos de accesorios que pueden ayudarte a verte más elegante, tanto en situaciones profesionales como sociales. Cuidar tu imagen no es ser vanidoso; es simplemente parte de estar plenamente presente en todos los aspectos de tu vida.
Para la mayoría de los hombres, lo más difícil no es empezar nuevos hábitos, sino mantenerlos. En lugar de hacer cambios drásticos de golpe, es mejor realizar ajustes sutiles y regulares:
El objetivo es encontrar un ritmo que funcione para ti en la vida real, no solo por un corto tiempo.
Los hombres que se centran en el movimiento, la recuperación, el cuidado preventivo y el cuidado personal a los 40 años construyen una base de fuerza y salud que dura décadas.
Asegúrese de hacer ejercicio regularmente, dormir lo suficiente, acudir a controles regulares y utilizar herramientas útiles como gafas hechas a medida.
Espere mejoras notables en fuerza, energía y concentración dentro de 8 a 12 semanas.
Observa tus hábitos actuales, haz un leve cambio en cada una de las áreas principales y luego ve desarrollando esa base con el tiempo.