El proyecto, fruto de un convenio a cuatro bandas, cuenta con una inversión de 1,1 millones de euros y un plazo de ejecución de ocho meses.
El municipio de Santa Marta de Tormes ha iniciado este martes, 28 de octubre, una de las obras más esperadas y necesarias de su historia reciente: la conexión de su red de suministro de agua con la de la capital salmantina. Esta actuación, con un plazo de ejecución de ocho meses, está diseñada para solucionar de forma definitiva los problemas crónicos de calidad del agua que han afectado a los vecinos durante décadas.
El alcalde de la localidad, David Mingo, ha presentado esta mañana el comienzo de los trabajos, que ha definido como una "iniciativa tan valiente como necesaria que llevamos mucho tiempo persiguiendo". El proyecto materializa un complejo proceso de gestión política y administrativa que ha culminado en un convenio de cooperación a cuatro bandas entre el Ayuntamiento de Santa Marta, el Ayuntamiento de Salamanca, la Junta de Castilla y León a través del Somacyl (Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente) y la Diputación de Salamanca.
Técnicamente, las obras consistirán en la construcción de una conducción de 3.252 metros de longitud. Esta tubería impulsará el agua potable desde la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de La Aldehuela, en Salamanca, hasta el depósito regulador de Santa Marta, garantizando así un suministro de máxima calidad.
El coste total del proyecto asciende a 1.135.000 euros, una cifra que será sufragada de forma conjunta por las administraciones implicadas. Gracias a una subvención nominativa de la Diputación, que cubre la mitad del coste global, la aportación directa del consistorio santamartino será la menor. El reparto financiero queda estructurado de la siguiente manera:
La necesidad de esta obra responde a las graves deficiencias del sistema de captación y tratamiento de agua que ha tenido Santa Marta hasta la fecha. El municipio se abastecía a través de dos tomas principales. La primera, desde el Canal de Villagonzalo, tenía una capacidad de captación limitada que la Confederación Hidrográfica del Duero denegó ampliar.
La segunda toma, de carácter secundario, se realizaba directamente desde el río Tormes, aguas abajo del azud de Villagonzalo. En este punto, el agua llegaba en un "estado pésimo", según la nota de prensa, tras haber pasado por zonas urbanas, áreas de actividad agrícola y haber recibido el aporte de diversos afluentes y escorrentías.
A esta problemática se sumaba la antigüedad y la limitada capacidad de la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) municipal. La planta original data de 1983, con una ampliación realizada en 1996, resultando insuficiente para garantizar el suministro en episodios de gran turbidez provocados por lluvias o por la apertura del embalse de Santa Teresa. A pesar de haber invertido cerca de 350.000 euros en 14 actuaciones de mejora en los últimos cinco años, no se consiguió solucionar los problemas de turbidez, olor y sabor del agua.
El inicio de las obras es el último paso de un largo recorrido burocrático. El proceso comenzó con la firma de un acuerdo con el Ayuntamiento de Salamanca, seguido de la incorporación de Santa Marta a la Comunidad de Usuarios del Azud de Villagonzalo. Posteriormente, se consiguió la aprobación de la inversión por parte de la Diputación y el Somacyl, culminando con la firma del convenio de cooperación definitivo que ha permitido el arranque de los trabajos.
El alcalde David Mingo ha reconocido que la mejora sustancial en la calidad del agua implicará un futuro incremento en la tarifa para los vecinos. No obstante, ha subrayado la importancia de la noticia, afirmando que supone "dar por cumplida esa eterna promesa que nos va a permitir tener la misma agua que Salamanca".
Para el regidor, a pesar de ser un "problema histórico muy complejo", la conexión con la red de la capital era "la opción más lógica si tenemos en cuenta que tenemos una potabilizadora a escasos metros de nuestro término municipal", en clara referencia a la moderna planta de La Aldehuela.