Carmen Guillén, presidenta de la Asociación Salmantina Contra el Bullying y Ciberbullying (Ascbyc), reclama medidas ejemplarizantes, apoyo a las familias y una respuesta social unificada para combatir esta lacra, valorando positivamente las recientes movilizaciones estudiantiles.
La presidenta de la Asociación Salmantina Contra el Bullying y Ciberbullying (Ascbyc), Carmen Guillén, ha lanzado un contundente llamamiento a la acción colectiva para combatir el acoso escolar, un problema que, según ha afirmado, "está más cerca de lo que la gente se piensa". En una entrevista concedida a Onda Cero Salamanca, Guillén ha subrayado la importancia de una respuesta social unificada y ha aplaudido las recientes movilizaciones estudiantiles como un paso necesario, aunque tardío.
La responsable de la asociación ha insistido en que la implicación ciudadana es fundamental para erradicar esta lacra. "Creo que ese apoyo, tanto de los estudiantes como de la sociedad, es necesario", ha declarado Guillén. Para ella, la pasividad no es una opción frente a la injusticia que supone el acoso. Su mensaje ha sido claro y directo: "Plantarse ante algo que está ocurriendo, el plantarse ante algo que no nos gusta, el plantarse de algo que es injusto, creo que es de justicia y creo que, como sociedad, tenemos que hacerlo y tenemos que apoyarlo".
En este sentido, Guillén ha valorado muy positivamente la reacción de los estudiantes frente a casos recientes, considerándola un ejemplo a seguir. "Esa reacción de los estudiantes me parece perfecta y me parece que se tenía que haber producido bastante bastante antes", ha señalado, sugiriendo que la concienciación y la acción directa son herramientas que deberían haberse activado mucho tiempo atrás en la lucha contra el bullying.
Durante su intervención, se ha puesto de manifiesto la necesidad de ir más allá de las buenas intenciones y aplicar medidas ejemplarizantes contra el acoso escolar para poder atajar el problema de raíz. Esta es una de las reclamaciones principales que se han desprendido de sus palabras, buscando un marco de actuación que sea verdaderamente disuasorio y efectivo.
Asimismo, Carmen Guillén ha hecho un llamamiento a no desviar la atención de quienes sufren las consecuencias más directas del acoso: las familias. Ha pedido expresamente a la sociedad que no se olvide de las familias que lo sufren, reconociendo el desgaste emocional y psicológico que padecen junto a las víctimas. El apoyo a este núcleo cercano es, según su visión, una parte indispensable de la solución.
La entrevista también ha revelado que casos de gran repercusión mediática, como el conocido 'caso de Sandra', han servido para "abrir muchos ojos". Este aumento de la sensibilización social se ha traducido en un incremento notable de la actividad en el despacho de la asociación, lo que demuestra que, aunque el camino es largo, la conciencia sobre la gravedad del bullying está creciendo en la sociedad salmantina.