"La integración solo es posible cuando se derriban prejuicios y se asume que el camino a la inclusión es siempre colectivo"
La puerta fría de la calle nunca se abre suavemente. Para quienes viven en situación de sinhogarismo, cada amanecer es otro día de supervivencia, de invisibilidad y de lucha silenciosa. El 26 de octubre es solo una fecha en el calendario para la mayoría, pero para los cientos de personas sin hogar, representa una oportunidad para reclamar algo más que un techo; el derecho a soñar, a reconstruirse y a volver a sentirse parte de la sociedad.
Una campaña por los sueños
Cáritas Salamanca lo recuerda este año con fuerza. Su campaña “Sin hogar, pero con sueños” no se centra únicamente en la carencia material; el epicentro son los vínculos y las relaciones humanas. Lo que realmente impulsa las vidas rotas es el acompañamiento, la presencia de alguien dispuesto a mirar de frente, a escuchar y, lo más difícil de todo, creer en el futuro que aún espera en cada persona porque, como se afirma desde la organización, “el sinhogarismo no es solo una falta de techo, sino también una ruptura de vínculos, de derechos y de dignidad”.
Carlos Manuel y Soledad, participantes de los programas de acogida de Cáritas, han puesto voz y realidad a ese mensaje en el acto de presentación, celebrado este martes en la sede de C/ Monroy. “Los sueños sin metas son solo sueños. Hay que ponerse objetivos alcanzables.” Carlos pide a la sociedad cercanía, algo tan sencillo y profundo como mirar y reconocer al otro como igual. Soledad, tras años de adicciones y calle, celebra hoy tener un piso propio y el apoyo de quienes la rodean: “Poder contar con mi familia es mi sueño cumplido”.
La campaña cuenta con actividades para romper el silencio que rodea a la marginación. Como un círculo de silencio en Puerta Zamora el jueves 23, seguido de una marcha hasta la Plaza de los bandos y la performance ‘Sueño con…’. Además de sesiones de sensibilización en colegios de toda la ciudad. No se busca solamente asistencia, sino la implicación directa del tejido social. Cada manifestación, cada recorrido, cada testimonio recuerda que la integración y la dignidad se construyen en plural.
Cifras y atención: la realidad que no vemos
Cada día, cientos de personas en Salamanca viven al margen de lo que la mayoría considera vida normal, sin un hogar al que regresar, sin seguridad, sin descanso real. Los recursos como Padre Damián y Espacio Abierto dan cobijo y apoyo a quienes más lo necesitan, promoviendo la reconstrucción de los proyectos de vida rotos por el sinhogarismo. Pero más allá de cifras y recuentos, hay historias, pequeñas conquistas diarias y sueños que no se resignan a morir.
Nadie elige vivir en la calle, y la campaña de Cáritas Salamanca enfatiza cómo perder el hogar es casi siempre el resultado de varias causas acumuladas como el desempleo, rupturas familiares, enfermedad, problemas de salud mental, adicciones, violencia o migración forzada. La pérdida del techo es solo la última gota de un vaso que lleva tiempo desbordándose, y la soledad, la desconfianza y la falta de vínculos agravan el sufrimiento y la exclusión.
Una respuesta integral
“Sin hogar, pero con sueños” apuesta claramente por una solución integral. Vivienda digna, empleo estable, apoyo sanitario y comunitario y una auténtica cultura de acogida. La integración solo es posible cuando se derriban prejuicios y se asume que el camino a la inclusión es siempre colectivo, nunca individual. El acompañamiento, el apoyo mutuo y la creación de espacios donde compartir y sanar son tan importantes como el propio acceso a recursos materiales.
Irene Fernández, voluntaria de Cáritas Salamanca