El Ayuntamiento renovará este año 11.544 metros de tuberías en 69 calles de 10 barrios con una inversión total cercana a 3,7 millones de euros
El Ayuntamiento de Salamanca moderniza la red de abastecimiento de agua con el inicio de nuevas obras en los barrios Pizarrales y Blanco. Esta intervención, que ya ha comenzado, afectará a un total de 721 metros de tuberías y busca prevenir roturas y mejorar la calidad del servicio que se presta a los vecinos.
Los trabajos cuentan con un presupuesto de licitación de 263.507,3 euros y se centrarán en cinco vías concretas de esta zona de la ciudad. Las calles incluidas en esta fase de renovación son:
Esta actuación se suma a otras que se encuentran actualmente en marcha en la misma zona de Pizarrales, en el entorno del bulevar del párroco Jesús García Rodríguez (calles Alfareros y Marineros), así como en el paseo de la Estación, el barrio La Vega y la calle Gran Capitán.
La renovación de estas cinco calles forma parte de un ambicioso plan municipal para el año 2025. En total, el Ayuntamiento prevé modernizar 11.544 metros de tuberías en 69 calles repartidas por 10 barrios de la capital, con una inversión global que se aproxima a los 3,7 millones de euros.
Con estas cifras, la renovación de la red comprometida durante el actual mandato supera ya los 15,6 kilómetros de longitud en 74 calles, con una inversión total de unos 4,8 millones de euros. Esta fuerte apuesta se suma a la ejecutada durante el mandato anterior, cuando se renovaron cerca de 21,5 kilómetros de tuberías en 106 calles con una inversión superior a los 8,7 millones de euros.
La estrategia de modernización de la red, apoyada en la tecnología, está dando resultados medibles. Según los datos facilitados por el consistorio, en el primer semestre de este año 2025 se han registrado 49 roturas, lo que supone un 43% menos que las que se producían antes de la implantación del sistema de Gestión Activa de Presiones (GAP) en 2017.
Además de evitar molestias a los vecinos, esta política ha propiciado un ahorro neto de agua superior a los 18,8 millones de metros cúbicos desde 2017, una cantidad que supera el suministro total para toda la ciudad de Salamanca durante el año 2024.
El éxito en la reducción de averías se debe en gran parte al sistema inteligente Gestión Activa de Presiones (GAP). Esta tecnología permite regular la presión en la red de forma optimizada, disminuyéndola cuando hay menor demanda y ajustándola según las necesidades. Gracias a ello, se consigue aumentar la vida útil de las tuberías en unos dieciséis años.
El sistema se controla desde el centro de mando de la potabilizadora, donde los profesionales del Servicio de Aguas de Salamanca monitorizan la red de forma permanente. A diario, el sistema procesa más de 10.000 datos que permiten mejorar la calidad del servicio, minimizar las pérdidas y reducir los sectores afectados en caso de que se produzca una avería.