Durante 2024, se regitraron 422 interrupciones voluntarias del embarazo de residentes salmantinas; a pesar de que comenzaron a realizarse estas intervenciones en el hospital salmantino, el 72% se siguen practicando en clínicas privadas y más de la mitad son de financiación particular, algo que contrasta con la media regional
La interrupción voluntaria del embarazo (IVE) continúa su tendencia al alza en Castilla y León, pero ha sido en la provincia de Salamanca donde el incremento ha alcanzado una dimensión histórica. Durante 2024, se registraron 422 abortos, lo que supone un aumento del 6,57% respecto al año anterior y marca la cifra más alta de los últimos 24 años, según la serie de datos de la Consejería de Sanidad.
Este dato culmina una escalada iniciada en los últimos tres años y supera con creces picos anteriores, como los 359 casos de 2003. El hito más significativo de este último año ha sido la acreditación del Hospital Universitario de Salamanca para realizar estas intervenciones, un cambio que empieza a transformar el acceso a este derecho en la provincia.
La entrada en escena del Complejo Asistencial es un punto de inflexión. Sin embargo, a pesar de este importante paso adelante del sistema público, el 72% de los abortos en Salamanca todavía se realizan en clínicas privadas. Esto podría deberse al deseo de mayor privacidad, una posible falta de información sobre la nueva prestación o que el servicio público no estuvo operativo todo el año.
Esta situación contrasta con la media de Castilla y León, donde el 60,09% de las IVE contaron con financiación pública.
Los datos del informe revelan un factor clave que podría explicar la persistencia del dominio privado: el lugar donde las mujeres buscan información por primera vez. Las cifras muestran dos vías de entrada al sistema casi simétricas:
Esta división sugiere que el primer punto de contacto es a menudo decisivo en el itinerario que seguirá la mujer, consolidando dos circuitos paralelos que operan en la provincia.
La situación en 2024, aunque con el sector privado como actor principal, supone un cambio radical. Durante décadas, ejercer el derecho al aborto en la sanidad pública era imposible en Salamanca.
La realidad previa a la entrada del Hospital queda reflejada en los datos de 2023. Ese año, un total de 395 salmantinas interrumpieron su embarazo, pero ninguna pudo hacerlo en un centro público de la provincia. Esta circunstancia obligaba a las mujeres a desplazarse, lo que provocó que el 49% de ellas renunciaran a la financiación pública para costear la intervención por su cuenta y evitar así el viaje a centros concertados de otras provincias.
Esta barrera generaba lo que el Movimiento Feminista de Salamanca denunció durante años como un "maltrato institucional", forzando a las mujeres a "abortar lejos y solas". La acreditación del Hospital a mediados de 2024 responde directamente a esa demanda histórica de garantizar la IVE en el lugar de residencia y con la máxima calidad.
El perfil de la mujer salmantina que se somete a una IVE en 2024 es un reflejo fiel de la media autonómica, con una alta concentración en la franja de 20 a 39 años.
El análisis de los datos permite dibujar un perfil social más preciso. Se trata de un fenómeno predominantemente urbano, ya que 272 de las 422 mujeres (el 64,5%) residen en el municipio de Salamanca. Además, un dato revelador sobre el contexto vital es que 99 mujeres (el 23,5%), la mayoría menores de 30 años sin hijos, convivían con sus padres o familia en el momento de la interrupción.
Uno de los datos más preocupantes del informe es el relativo a los métodos anticonceptivos. Para 326 mujeres (el 77,25%), esta fue su primera interrupción del embarazo. Sin embargo, el informe refleja que 194 mujeres no contestaron a esta pregunta, mientras que 111 afirmaron no utilizar ningún método, una cifra calificada como alarmante.
La inmensa mayoría de las interrupciones del embarazo en Salamanca se realizaron por decisión de la mujer y en las primeras fases de la gestación.
Aunque la petición personal es la causa mayoritaria, se registraron otros supuestos médicos. El desglose completo es el siguiente:
El método más utilizado fue el farmacológico (Mifepristona), empleado en 270 de las 422 intervenciones (el 64%). Este dato es especialmente relevante en el sistema público: de los 113 abortos realizados en el Hospital de Salamanca, 107 (el 94,7%) se llevaron a cabo por esta vía, que se aplica en las primeras semanas de gestación.
La intervención se produce de forma temprana: un total de 351 abortos (el 83,17%) se realizaron con 8 o menos semanas de gestación.