El jugador ha recordado con cariño su etapa en el club salmantino, ha asegurado que no celebrará un gol por respeto y no se ha mostrado sorprendido por el desplazamiento de 300 aficionados unionistas a la isla
El fútbol ha querido que los caminos de Jesús de Miguel y Unionistas de Salamanca vuelvan a cruzarse. El delantero, ahora en las filas de un intratable Tenerife, se reencontrará este fin de semana con el club que le sirvió de trampolín en la categoría. Lejos de ser un partido más, el encuentro se ha convertido en una cita cargada de emociones y recuerdos para un jugador que ha dejado una huella imborrable en la afición salmantina. Fue traspasado por 150.000 euros al Castellón en 2022.
Para De Miguel, el enfrentamiento es inevitablemente especial. El ariete no ha olvidado la importancia que tuvo su etapa en Salamanca para su desarrollo profesional y personal. "Sé que va a ser un partido especial para mí, porque al final Unionistas me dio la oportunidad en su momento de poder crecer en esta categoría", ha afirmado el futbolista. Este agradecimiento sigue vivo, alimentado por un cariño que, asegura, todavía recibe de la que fue su casa.
Echando la vista atrás, el delantero ha recordado su paso por el club blanquinegro como una etapa increíble. Más allá de los goles que le consagraron, De Miguel ha destacado la atmósfera que se vivía en el equipo y en la grada. "Recuerdo esa conexión que había entre jugadores y afición", ha explicado, evocando momentos que han quedado grabados en su memoria. "Sobre todo, recuerdo algún gol de vivirlo con la gente, que creo que fue muy bonito y todavía lo guardo en mi corazón".
A pesar de la distancia y el tiempo, los lazos con Salamanca no se han roto. El delantero ha confirmado que mantiene el contacto con algunas de las personas con las que compartió vestuario y experiencias. "Hablé esta semana con Carlos de la Nava y también con Torrens, que me escribió un mensaje", ha comentado. Para él, es una muestra de que las relaciones forjadas en aquel equipo van más allá del terreno de juego: "Es bonito guardar esa amistad y ese diálogo, porque ese año fue increíble".
Actualmente, Jesús de Miguel forma parte de un Tenerife que se ha mostrado intratable en el arranque de la competición, ocupando el liderato con autoridad. Sin embargo, el delantero ha alejado cualquier atisbo de euforia o exceso de confianza en el vestuario. Según él, la clave del éxito reside precisamente en la humildad y el trabajo diario. "No nos sentimos superiores a los rivales, y creo que esa es la clave de que vayan las cosas también", ha subrayado, dejando claro que esa es la línea que deben seguir para mantener la buena racha.
Una de las grandes incógnitas en este tipo de reencuentros es qué hará un jugador si marca contra su antiguo equipo. Jesús de Miguel lo tiene claro. Ante la pregunta de si celebraría un gol, la respuesta del delantero ha sido un 'no' rotundo, seguido de una justificación cargada de afecto: "Al final creo que la afición de Unionistas y la gente de Salamanca se lo merece". Un gesto que anticipa el profundo respeto que siente por el club y sus seguidores.
Precisamente, ese apoyo de la grada volverá a ser protagonista este fin de semana. Se espera el desplazamiento de unos 300 aficionados de Unionistas a la isla, una de las movilizaciones más numerosas que recibirá el estadio tinerfeño esta temporada. Un hecho que no ha tomado por sorpresa al exdelantero blanquinegro. "La verdad que a mí no me sorprende. Creo que estando allí, ya sabes cómo es la afición", ha señalado. Consciente del esfuerzo que supone el viaje, ha concluido con un mensaje de deportividad: "Desearles mucha suerte y que gane el mejor".