La Diócesis presenta la campaña 'Misioneros de esperanza entre los pueblos' y detalla las actividades para la jornada del 19 de octubre, haciendo un llamamiento a la generosidad ante un descenso de casi 26.000 euros en los donativos en 2024.
La Diócesis de Salamanca ha presentado este miércoles la campaña para la Jornada Mundial de las Misiones 2025, más conocida como el Domund, que se celebrará el próximo domingo 19 de octubre bajo el lema 'Misioneros de esperanza entre los pueblos'. El acto ha servido no solo para detallar las actividades programadas, sino también para poner sobre la mesa una realidad de contrastes: mientras el compromiso de la diócesis salmantina se mantiene firme con 124 misioneros repartidos por 35 países, la recaudación ha sufrido una notable caída del 18% teniendo en cuenta los datos de 2024.
José Miguel González, director del Servicio diocesano de Misiones, ha sido el encargado de desgranar las cifras. La recaudación en 2024 alcanzó los 116.005 euros, una cantidad significativamente inferior a los más de 141.000 euros de 2023, lo que supone un descenso de casi 26.000 euros.
Según González, la causa principal de esta bajada es clara. "En el 2024 no recibimos herencias", ha señalado. Sin embargo, ha querido destacar un dato positivo que invita a la esperanza: "Tenemos que constatar que en las parroquias y en los colegios sí hubo un aumento de la recaudación, con lo cual entendemos que la campaña del Domund la estamos haciendo bien".
Pese a este contratiempo financiero, el compromiso misionero de Salamanca sigue siendo un pilar fundamental. Los 124 misioneros y misioneras se distribuyen por todo el globo terráqueo: 83 en América (16 países), 19 en Europa (4 países), 12 en África (9 países) y 10 en Asia (6 países). "España es el país que más misioneros tiene por el mundo, entre los cuales están esos 124 salmantinos, siendo además el segundo país del mundo que más recauda para las misiones", ha recordado González, haciendo un llamamiento a la generosidad.
Con los donativos recaudados en la jornada del Domund, Obras Misionales Pontificias (OMP) ayuda cada año, en nombre del Papa, a sostener la labor de la Iglesia en los 1.131 territorios de misión. Estos territorios representan un tercio de las diócesis del mundo y ocupan un 38% de la superficie de la Tierra. Es en estas zonas donde se celebra uno de cada tres bautismos del planeta, lo que subraya la vitalidad de la Iglesia en estas comunidades.
Para preparar la jornada principal del domingo 19, la delegación de misiones ha organizado un completo programa de actos previos:
El testimonio más impactante ha sido el de Conchi López Urrutia, misionera de las Esclavas del Sagrado Corazón, quien ha compartido su experiencia de 16 años en Ecuador, trabajando en zonas pobres e indígenas de Quito. Su labor se centró en mujeres maltratadas y en niños "que estaban cerrados con llave en casa, porque la madre salía a los mercados a trabajar".
Uno de los momentos más emotivos de su relato ha sido al describir las comunidades de base que organizaba, donde la fe suplía la falta de formación. "Era maravilloso ver, como me decían en los pequeños grupos, 'Madresita, usted lea la palabra y nosotros la explicamos'. ¿Cómo es posible que gente que no tenía ninguna cultura pudiera entender y bucear en lo que Jesús quería decir?", ha expresado conmovida.
Pero su mensaje más contundente ha llegado al mirar a la realidad actual de nuestro país. "Necesitamos hablar de Jesucristo", ha afirmado con rotundidad. Ha advertido sobre el riesgo de que los migrantes que llegan con una fe viva la pierdan por "el consumismo y la incertidumbre política que vivimos". Su llamada ha sido clara y directa: "Seamos misioneros aquí y ahora".
Por su parte, el misionero agustino Jesús Torres ha ofrecido un testimonio marcado por su experiencia personal, incluyendo su conocimiento del actual Papa León XIV. Torres ha calificado sus nueve años de misión en Panamá como "la etapa más feliz de mi vida". Allí trabajó con comunidades indígenas y campesinas, descubriendo una pobreza que a menudo queda oculta tras la imagen de riqueza que proyecta el país.
Fue precisamente en esa etapa cuando su camino se cruzó con el del actual pontífice. "Allí en Panamá en el año 2001 conocí al actual papa León XIV", ha revelado, refiriéndose a Robert Prevost, también agustino y misionero durante muchos años en Perú. Su testimonio ha servido para universalizar el concepto de la misión, rompiendo con la idea de que es algo reservado solo para quienes viajan a otros continentes. "Creo que es importante aclarar que misioneros somos todos, aunque suene a tópico", ha afirmado Torres. "La palabra misionero, bien lo sabemos, significa enviado, y todos somos enviados".
Desde su labor actual en el colegio agustino de Salamanca, ha insistido en la importancia de sembrar esta vocación desde la niñez. "Lo que se adquiere desde la infancia es lo que normalmente permanece, lo que no se siembra en la infancia, difícilmente después da fruto", ha concluido, animando a todos, especialmente a los educadores, a promover el espíritu misionero desde los más pequeños.
Además, en el acto de presentación de la jornada del Domund, se proyectó un vídeo del Papa León XIV hablando en castellano y poniendo en valor la importancia de esta fecha.