Tras mes y medio de funcionamiento, algunos llegan a decir que prefieren pagar un precio simbólico a cambio de un servicio de calidad.
Apenas un mes y medio después de su implantación, el nuevo servicio de autobús gratuito que conecta Villamayor y Salamanca está generando un notable malestar entre sus usuarios. Lejos de celebrar la gratuidad, un número creciente de viajeros denuncia una serie de deficiencias graves que, aseguran, han deteriorado la calidad del transporte hasta el punto de preferir "pagar un precio simbólico y mejorar el servicio".
La queja principal se resume en una frase contundente compartida por los afectados: "lo 'gratis' sale 'caro'". Los usuarios sostienen que la eliminación del coste del billete ha venido acompañada de un empeoramiento generalizado, y exigen que la prioridad sea la calidad y no la gratuidad. "NO queremos un servicio gratuito que nos genera mal servicio. QUEREMOS CALIDAD", reclaman.
Uno de los puntos más criticados es el sistema de validación de viajes. Según los testimonios, los conductores deben escanear un código QR con un teléfono móvil de forma "rudimentaria", un proceso que demora los trayectos y genera retrasos. "Es increíble que los conductores no tengan un lector de QR adecuado", lamenta un usuario, quien subraya que los conductores "NO tienen ninguna culpa" de la situación.
Las deficiencias denunciadas por los viajeros van más allá y abarcan varios aspectos clave del servicio. Entre los problemas más señalados se encuentran:
Ante este cúmulo de problemas, la demanda de los usuarios es clara: una revisión completa del servicio que priorice la fiabilidad, la eficiencia y la comodidad, incluso si ello implica reintroducir un sistema de pago simbólico para garantizar la sostenibilidad y la mejora del transporte metropolitano.