Casi un centenar de personas se reunieron en Monleras para analizar las causas de los incendios rurales, señalando el abandono institucional y la mala gestión del territorio. Expertos como Valentín Cabero y afectados directos exigieron un cambio de modelo basado en la prevención y la autoorganización vecinal, proponiendo la creación de planes municipales
El municipio de Monleras se convirtió el pasado sábado, 4 de octubre, en el epicentro del debate sobre el futuro del medio rural frente a la devastadora amenaza de los incendios. Bajo el lema “Y, además… El mundo rural se quema”, cerca de un centenar de personas se dieron cita en una jornada organizada por Adecasal, Asdecoba, Escuelas Campesinas de Salamanca y otros colectivos ciudadanos agrupados en la plataforma Colectivos Por un Mundo Rural y Urbano Vivos. El encuentro sirvió para compartir vivencias y reflexiones tras un verano trágico, marcado por fuegos como el que se originó en Cipérez el 15 de agosto y que calcinó más de 10.000 hectáreas.
La jornada arrancó con un análisis exhaustivo de la mano de dos expertos que situaron el marco del problema. Valentín Cabero, ex-catedrático de Geografía de la USAL, señaló directamente a un modelo social y económico insostenible en el manejo de los recursos naturales y a un "problema grave de gestión y ordenación del territorio" que la Junta de Castilla y León, entre otras administraciones, no ha sabido abordar. Cabero alertó de que el abandono del campo y la despoblación han provocado una alarmante desconexión de la población con su entorno, generando una desprotección que, avivada por el cambio climático, "ha sido la llama que ha prendido nuestros montes".
Por su parte, Raúl Navarrete, técnico forestal experto en incendios, centró su intervención en las políticas forestales inadecuadas y en la insuficiencia de las medidas de prevención. Denunció que las inversiones en prevención "se han reducido a mínimos", mientras los servicios de extinción se han externalizado y privatizado, agudizando la precariedad y la descoordinación. Como solución, Navarrete apostó por la renaturalización de los territorios devastados con vegetación autóctona y por recuperar el paisaje en mosaico tradicional para romper la continuidad de la biomasa combustible.
Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue la mesa de experiencias, donde intervinieron Ángel Delgado, alcalde de Monleras; Román García, bombero forestal; Herminio Mangas, ganadero afectado; y Lourdes Ruano, responsable de dos residencias de mayores de la zona. Sus testimonios, definidos como sobrecogedores por los asistentes, compartieron un sentimiento común: la sensación de abandono por parte de las administraciones y el cuestionamiento de protocolos de actuación "hechos a espaldas de la población local". Todos ellos coincidieron en un profundo agradecimiento a los vecinos y voluntarios, cuya iniciativa fue vital para salvar pueblos acorralados por las llamas y acoger a las personas evacuadas.
La parte final de la jornada, dinamizada por Ubaldo Hernández, Felipe Yuste y Juan Jesús Delgado, se centró en articular propuestas concretas para el futuro. Del debate surgieron varias líneas de trabajo claras. Se destacó la urgencia de tomar conciencia para defender los recursos vitales como la tierra, el agua y los bosques, amenazados tanto por el fuego como por la especulación. A su vez, se subrayó la necesidad de avanzar hacia una mayor autogestión y autoorganización para crear comunidades más resilientes ante las emergencias climáticas.
De forma más concreta, se planteó la elaboración de planes municipales de prevención e intervención en cada localidad y a nivel comarcal, comenzando a trabajar en ellos de inmediato y poniendo el foco en la coordinación y la formación vecinal. Finalmente, los asistentes se reafirmaron en la exigencia a las administraciones competentes del cumplimiento de sus responsabilidades, reivindicando inversiones en gestión forestal, servicios públicos de extinción bien dotados y partidas económicas específicas para que los ayuntamientos puedan hacer frente a estas emergencias.