Seguimos con la sección 'El lado más humano de...' y la tercera entrega va sobre la familia que se encuentra ahora en el Ciudad Rodrigo
El banquillo del Ciudad Rodrigo está dirigido esta temporada por los hermanos Alberto González 'Chaquetín' y Manu González. El primero como entrenador principal y el segundo como su mano derecha, en la que es la cuarta etapa que comparten en un club, pero la primera desde el cuerpo técnico.
Alberto 'Chaquetín' González asumió el cargo en el conjunto mirobrigense tras decidir que era el momento de volver a la primera línea. "Al final yo quería dar el paso de volver a ser el entrenador, y estos años de experiencia me han servido para mucho, para seguir formándome", ha explicado en una entrevista para SALAMANCArtv AL DÍA. La propuesta del Ciudad Rodrigo fue la adecuada: "Me ofrecieron la posibilidad, lo valoré, y al final tomé la decisión de tomar las riendas". Desde su llegada, las sensaciones son positivas. Se ha mostrado "muy contento" tanto con la directiva como con la plantilla, un grupo que considera "muy bueno para la categoría" y cuyos resultados iniciales respaldan su afirmación.
Preguntado por las metas del equipo, Chaquetín se muestra claro y se centra en el trabajo diario. "El reto principal, que se lo he dicho y se lo he hecho saber a los jugadores, es que compitan. Que compitan todos los días", ha subrayado. Para el técnico, esa es la base del éxito. "Compitiendo así sabemos que vamos a obtener un gran número de puntos que nos van a ayudar a estar arriba en la clasificación".
La visión es a largo plazo, con la intención de llegar a la fase decisiva del campeonato en una buena posición. "En el momento que lleguemos a esas 10 últimas jornadas, sabremos definitivamente por lo que vamos a luchar. Pero si competimos día a día, sabemos que vamos a estar arriba", ha sentenciado.
En este proyecto, Chaquetín cuenta con el apoyo de su hermano Manu González en el cuerpo técnico. Fue una de las primeras personas a las que se lo propuso. "Cuando tomé la decisión, se la comuniqué a él primero", ha revelado. Sin embargo, la respuesta de Manu no fue inmediata. "Él tardó bastante en tomar la decisión", ha admitido Chaquetín, debido a que acababa de retirarse como jugador con el ascenso a Tercera RFEF de Unionistas B. "No sabía si iba a tener tiempo, porque quería tener su tiempo para su trabajo y su vida personal".
El factor decisivo fue su conexión con el vestuario. "Le ha motivado también que conoce allí a jugadores, algunos son incluso amigos suyos, ha compartido vestuario con ellos, y eso también le ha hecho tomar esa decisión", ha detallado el entrenador. Desde el inicio de la pretemporada, Manu se ha integrado con un rol definido: "Su principal función es la de estar día a día conmigo, de ayudarme, de tomar decisiones, y también se está encargando del balón parado como principal función".
La actual etapa en el Ciudad Rodrigo es la cuarta vez que sus caminos se cruzan en el fútbol, aunque la primera en los banquillos. Su historia compartida en el césped ha tenido tres paradas anteriores:
Tres experiencias que han fortalecido una relación que el propio Chaquetín define de forma clara: "Siempre lo he considerado como mi mejor amigo, aparte de mi hermano".
La unión de dos personas con carácter en un banquillo era una de las preocupaciones de su entorno. "El miedo que había era que, como tenemos los dos carácter, discutiéramos, pero está pasando todo lo contrario, nos estamos entendiendo bien", ha asegurado. Para la familia, la situación ha facilitado las cosas: "Mi madre y mi hermana dicen que así ya podemos fijar una fecha el fin de semana para poder verlos".
Esto no evita las discusiones, algo que Chaquetín atribuye a su forma de ser. "Hemos discutido y vamos a seguir discutiendo, pero porque tenemos los dos ese gen de competir y querer ganar", ha afirmado. "Yo era el portero y él es el jugador, yo le exigía que defienda, que es lo que menos le gustaba, y discutíamos muchísimo. No es ni la primera ni la última discusión que vamos a tener a cuenta del fútbol". Una competitividad que ahora sirve como motor para el banquillo del Ciudad Rodrigo.