La iniciativa, que ha beneficiado especialmente al medio rural, busca eliminar el riesgo de exposición a agentes cancerígenos y prevenir caídas desde cubiertas.
La Junta de Castilla y León ha destinado una inversión de 11.014.777 euros a un programa para la retirada de amianto en centros de trabajo, una medida que ha permitido eliminar 409.295 metros cuadrados de este material peligroso en un total de 592 pequeñas empresas y autónomos de la Comunidad. Esta iniciativa busca mejorar de forma directa la seguridad y salud de miles de trabajadores.
Así lo ha comunicado la consejera de Industria, Comercio y Empleo, Leticia García, durante una visita a la empresa Maderas Pisuerga en Valladolid, acompañada por el director general de Trabajo y Prevención de Riesgos Laborales, José Manuel Barrios. En su intervención, ha hecho balance de este programa puesto en marcha durante la presente legislatura para ayudar a pymes y autónomos a sustituir de forma segura este material.
El programa persigue una doble finalidad prioritaria para la seguridad de los empleados. Por un lado, se elimina el riesgo de caídas de altura durante trabajos en cubiertas ligeras y, por otro, se erradican los peligros derivados de la exposición a las fibras de amianto, un agente asociado a graves enfermedades profesionales respiratorias y procesos cancerígenos.
La consejera ha destacado que, aunque las ayudas están abiertas a cualquier sector, han beneficiado fundamentalmente al medio rural y, en particular, al sector agropecuario, donde existe una mayor presencia de naves con este tipo de cubiertas. Además de la retirada, la inversión ha facilitado la sustitución de 320.619 metros cuadrados por nuevas cubiertas resistentes, en muchos casos acompañadas de la instalación de placas solares para fomentar la sostenibilidad.
La provincia de Valladolid ha sido una de las principales beneficiarias del programa, con un total de 72 centros de trabajo que han recibido ayudas por un valor de 1.446.410 euros desde el inicio de la línea de subvenciones.
Un ejemplo de ello es Maderas Pisuerga, una pyme con 11 trabajadores dedicada a la fabricación de estructuras de madera. Gracias a la subvención, la empresa ha retirado y sustituido 800 metros cuadrados de cubiertas de amianto este año. Además, en los últimos dos años ha recibido otras ayudas para adquirir equipos de trabajo más seguros, como una máquina impregnadora y una tronzadora, y para optimizar sus instalaciones, sumando un total de 94.067 euros en ayudas.
Leticia García ha enmarcado esta medida dentro de una estrategia global de prevención. Según ha señalado, estas acciones están en línea con la Estrategia y el Plan de Prevención de Riesgos Laborales de Castilla y León 2025-2028, firmado en el marco del Diálogo Social el pasado abril.
Dicho plan contempla una inversión total de más de 48 millones de euros en seguridad y salud laboral. Su objetivo es consolidar la integración de la prevención en las pymes y abordar la salud en el trabajo desde una perspectiva integral que incluye el bienestar físico, mental y social de los trabajadores.