Miles de personas de más de 500 plataformas de toda España denuncian el 'expolio' del campo, la especulación con macroproyectos y el abandono institucional que aceleran la despoblación
Una nutrida representación de colectivos salmantinos se sumó este domingo, 5 de octubre, a la multitudinaria manifestación celebrada en Madrid bajo el lema “Salvemos el mundo rural agredido”. La voz de la provincia estuvo representada por plataformas como Rebollar Vivo, Asenavis, Escuelas Campesinas de Salamanca, Stop Biogás Machacón, Stop Biometano Babilafuente, Stop Biometano Tornadizos, Stop Uranio, Cuidamos Villamayor y Colectivos Por un Mundo Rural y Urbano Vivos.
La movilización, que congregó a miles de personas y a más de 500 plataformas de toda España, denunció lo que consideran una "nueva colonización" del campo. Los organizadores calificaron la situación actual como un "expolio" que convierte al medio rural en un "territorio de sacrificio", acentuado por el abandono institucional, la pérdida de servicios básicos y la falta de apoyo a la agricultura familiar y la ganadería extensiva.
Las reivindicaciones de la protesta quedaron simbolizadas en los '19 clavos que desangran el mundo rural', una serie de amenazas que, según los convocantes, ponen en jaque su supervivencia. Entre estas agresiones, se denunció con fuerza la minería extractiva a gran escala, impulsada por fondos de inversión, y la proliferación de macrorrenovables, proyectos eólicos y solares que ocupan tierras de cultivo y alteran el paisaje.
Del mismo modo, se alzó la voz contra el modelo de las macrogranjas y la ganadería industrial, por su grave impacto ambiental y social, y contra las plantas de biogás, que generan residuos y malos olores. La lucha contra la despoblación fue otro de los ejes centrales, exigiendo políticas efectivas y servicios públicos de calidad para revertir el éxodo de los pueblos.
Además, la marcha reivindicó la recuperación del ferrocarril como transporte sostenible, la mejora de las infraestructuras rurales y la protección de recursos vitales como el agua y los ecosistemas frágiles, oponiéndose a megaproyectos como los centros de datos. La defensa de una sanidad pública digna y el fortalecimiento del tejido vecinal a través de la participación ciudadana completaron el cuadro de demandas.
La campaña ha recibido el respaldo de figuras de prestigio como el naturalista Joaquín Araújo, el científico Fernando Valladares, la cantante Rozalén y el escritor Jesús Sánchez Adalid, además de la adhesión del Departamento de Ecología Integral de la Conferencia Episcopal Española.
La manifestación partió a las 12:00 horas de la plaza de Carlos V (Atocha) y finalizó en la plaza de Cibeles. Allí se leyó un emotivo manifiesto, redactado por el escritor Javier Sierra, quien estuvo acompañado por Rosa Arranz, agricultora y activista segoviana, y el propio Fernando Valladares, científico del CSIC. En sus palabras, alertaron sobre la gravedad de los "proyectos extractivistas y colonizadores" y destacaron que los habitantes del mundo rural tienen mucho que aportar para construir un futuro basado en el cuidado de la Tierra.
El acto concluyó con el sonido de los bombos del Bajo Aragón histórico, que simularon el latido del corazón del campo. Un latido que, como proclamó el mensaje final, seguirá sonando fuerte mientras sus gentes continúen luchando: “El corazón del mundo rural late fuerte en el pecho de sus gentes. Seguid luchando juntos y seguirá latiendo siempre”.