El Teatro de Alba de Tormes acogió la presentación del libro de las Fiestas Patronales de Santa Teresa 2025, un acto que se convirtió en un emotivo homenaje a los voluntarios de la reciente veneración.
El Teatro de Alba de Tormes se ha vestido de gala para un acto que ha trascendido la mera presentación de un programa festivo. En un gesto cargado de simbolismo y gratitud, el grupo de voluntarios teresianos, el corazón y el alma de la reciente veneración pública del cuerpo de Santa Teresa, ha sido el encargado de desvelar el esperado libro de las Fiestas Patronales de Santa Teresa 2025. Un evento donde la emoción de los recuerdos vividos ha eclipsado al propio programa, convirtiendo el escenario en un altar de experiencias inolvidables.
La alcaldesa de la villa ducal, Concepción Miguélez, ha sido la encargada de abrir el acto, pero sus palabras no han sido una simple introducción, sino un profundo agradecimiento. Miguélez ha destacado la labor de las más de 70 personas que conformaron el voluntariado, representadas en el escenario por Carmen Vicente, Jorge Jiménez y Beatriz Briñón. "Gracias por vuestro voluntariado, que como dice la palabra, desinteresadamente, porque tan altamente habéis dejado el nombre de la villa de Alba de Tormes con vuestro respetuoso comportamiento", ha afirmado la regidora, subrayando el valor incalculable de su dedicación.
El libro-programa de este año es un volumen de 300 páginas que recogen la historia, la tradición y el sentir de Alba de Tormes. Un proyecto que, como ha explicado la alcaldesa, ha sido posible gracias a la implicación de empresas y vecinos. "Alrededor de 200 personas colaboran para hacer el libro, y con su trabajo han hecho posible 300 páginas de nuestra historia", ha detallado Miguélez. Ha extendido su gratitud a los empresarios, cuyo apoyo económico es fundamental, y a todos los colaboradores que aportan artículos, poemas y fotografías.
La alcaldesa también ha reconocido el esfuerzo por mejorar la calidad de la publicación respecto a ediciones anteriores, pidiendo disculpas por los posibles errores que aún puedan existir. Además, ha anunciado que el contenido estará accesible de forma digital en la web municipal, garantizando su difusión más allá del formato físico.
Cuando los voluntarios han tomado la palabra, el tono del acto ha cambiado. Lejos de limitarse a desgranar el calendario de eventos, han optado por compartir el torrente de emociones vividas durante los días de la veneración. Uno de los momentos culminantes fue el relato sobre la apertura del sepulcro de la Santa, 111 años después de la última vez en 1914, una crónica personal y conmovedora.
Describieron con detalle el proceso: el estudio de los documentos de 1914, el complejo sistema de poleas, las diez llaves necesarias y, finalmente, el instante mágico. "Poder encontrarnos de frente con esa urna de plata que alberga el sepulcro de la Santa, y ver sobre todo las caras de asombro, de ilusión y de emoción, tanto en sus hijas, las madres carmelitas, como en sus hijos", han relatado, transportando a los presentes a ese momento histórico.