Son muchos años colaborando con un equipo aumentando el ecosistema de inclusión de Fundación Mil Caminos – Casa Escuela Santiago Uno.
Este sábado en nuestro compromiso con la España vaciada hemos sido sede de la cuarta feria ecosocial que ha organizado Adriss, colaborando la diputación. Nosotros nos hemos encargado de variados talleres como huerta, anillamiento, escalada, percusión, cerámica, pintacaras, pigmentos vegetales, etc.
Comprar a los productores locales y de cercanía es prácticamente una obligación moral si queremos mantener el tejido familiar de las tradiciones y los oficios perdidos. Además es invertir en salud, nadie puede negar la diferencia entre un tomate de huerta ecológica de toda la vida y uno de supermercado, pasa igual con los huevos y demás alimentos naturales.
Nuestras chicas y chicos de protección sacan su mejor versión dando talleres y asumiendo responsabilidades. Un grupo colaboró en la feria y otro se fue a hacer un espectáculo de circo en Alcalá.
Antiguos alumnos ya como integradores sociales en las nuevas casas de protección en Mojados Valladolid y otros como camareros en el congreso de queso, cocina y humor organizado por la Antigua.
La educación dada de aprendizaje servicio y trabajo por proyectos cooperativos da algunos frutos reales como el uso de la cancha que hicimos en Marruecos por niños de allí y la casa de Hamsa terminada también esta semana.
El jueves me pidieron dar un testimonio de servicio frente al obispo, ofreciendo una cesta de pan en una rememoración del Bautismo. Me hice eco de lo vivido con las niñas y niños de protección, no niego ninguna imagen que tengan de estos chicos de Santiago Uno. Sólo hablo de sentimientos y hechos. Lo cuál ha producido la intención de ayudar de varias personas.
Quiero creer que las personas son buenas, cuando se da la oportunidad de conocer y querer la sociedad se tranforma y se descubren talentos impensables.
Cuenta el día a día, lo que podemos hacer con lo que tenemos en nuestras manos. Pero también tenemos que manifestar nuestra conciencia cada día ante el genocidio de Gaza y demás horrores que se están viviendo en el mundo y en nuestra propia ciudad.
Hay que empezar cada día con alegría y compromiso con los que lo tienen más difícil y son víctimas de la injusticia. Demasiados niños son maltratados por diversas causas y los que estamos en situación de privilegio ha sido cuestión geográfica y herencia.