BusCyL: Problemas por falta de previsión ante el aumento de viajeros

Resulta obvio que, cuando un servicio se presta de forma gratuita, está llamado a tener más demanda que si se presta mediante pago. Un hecho que ha generado que la puesta en marcha de la gratuidad de las líneas de autobús de BusCyL hayan registrado un importante incremento de los usuarios de autobús.

Una gratuidad que, por otro lado, cabe señalar que saldrá de otras partes del presupuesto autonómico, ya que será la Junta la que pague dicha gratuidad de los billetes de los usuarios, no las empresas concesionarias de las líneas, que deberán ser compensadas por los viajes que se realicen en las mismas a costa del presupuesto de la comunidad autónoma.

O dicho de otro modo, no se pagará al subir al bus, pero se recibirán menos inversiones autonómicas por desviarse parte del presupuesto a pagar a las empresas adjudicatarias los billetes de autobús. Una jugada similar a la que hizo el Gobierno central cuando decretó en 2022 la gratuidad de los billetes de tren, que ha finalizado este verano de 2025.

En todo caso, el previsible aumento de la demanda por la gratuidad de los viajes en autobús no ha venido acompañado de la previsión de proveer de un refuerzo a la flota de autobuses o trabajadores ante posibles colapsos en las líneas más tensionadas. Lo que ha generado que, por ejemplo, en la línea de alta demanda Zamora-Salamanca haya habido frecuencias en las que ha habido usuarios que han tenido que quedarse en tierra por ir llenos los autobuses y no haberse previsto un refuerzo de la flota ante el incremento de viajeros por la gratuidad.

Tampoco se había previsto por parte de la Junta la venta de billetes que se da por internet en algunas líneas, lo que ha generado que no se haya implantado un sistema que permita garantizar la gratuidad de BusCyL en la compra de billetes de autobús por internet en las líneas teóricamente gratuitas, lo que ha derivado en quejas de usuarios, especialmente de los sectores jóvenes, más habituados a reservar online sus billetes.

Por otro lado, la tardanza que se está dando para enviar las tarjetas en formato físico de BusCyL solicitadas está generando también un perjuicio al sector de personas de edad más avanzada, no habituados a internet y que, por ello, están sufriendo importantes dificultades en algunos casos para poder beneficiarse de la gratuidad de las líneas al no contar con una tarjeta física.

Por su parte, los conductores de diversos autobuses metropolitanos de Salamanca ya han advertido de la defectuosa implantación en los autobuses de las máquinas de lectura de tarjetas y códigos QR para usuarios de BusCyL, que en buena parte de los casos no funcionan y han tenido que suplirse por la lectura de códigos a través de un móvil por parte de los conductores, lo que ha derivado en retrasos en las salidas de las paradas y los trayectos, así como en un mayor estrés para los conductores, habida cuenta de la saturación que se está dando además en diversas líneas, advirtiendo los conductores que el sistema no les advierte de cuándo se colmata el aforo del autobús.

Y es que los problemas registrados tras la implementación de la gratuidad de BusCyL, que responden por una parte al colapso en las líneas de mayor demanda por un aumento de usuarios que era más que previsible al ofrecerse gratis los viajes, y por otro lado a cuestiones que deberían estar previstas antes de poner en marcha el sistema (como la aplicación de la gratuidad a los billetes adquiridos por internet, el notable retraso en el envío de tarjetas físicas, o los fallos en la maquinaria de lectura de tarjetas y códigos QR,…), denotan un importante nivel de improvisación por parte de la Junta a la hora de implementar una medida que parece ser es la llamada a ser empleada por Mañueco como su medida ‘estrella’ en la próxima campaña de las elecciones autonómicas. Antes de sacar pecho por ello le convendría subsanar todas estas deficiencias derivadas de una preocupante falta de previsión.