OPINIóN
Actualizado 25/09/2025 08:17:00
Manuel Rodríguez Fraile

Y a mucha honra, si ser “gentuza” significa para algunos reclamar al Gobierno de Israel el fin del genocidio de la población palestina por apoyar a la población ucraniana contra la invasión de su territorio por parte de Rusia.

De “gentuza” calificó Alfonso Carlos Serrano Sánchez-Capuchino a los que protestaron hace unos días en Madrid contra el genocidio en Gaza durante La Vuelta Ciclista. Sus palabras textuales fueron: Eran gentuza. ¡Gentuza, eran auténtica gentuza rompiendo la convivencia en Madrid! Por cierto, según la Real Academia de la Lengua Española “gentuza” significa grupo o tipo de gente que es considerada despreciable.

También afirmó que entre aquellos ciudadanos había 3.000 kale borrokas y muchos yihadistas por supuesto lo hizo, como siempre, sin prueba alguna. La posterior información policial aseguro, esta vez con pruebas, que entre los participantes no había ni una sola persona con esos antecedentes.

Y es que hay ciertas personas y partidos (les dejo a ustedes ponerles nombres) que ya no saben cómo evitar pronunciar ciertas palabras que claramente forma parte de la estrategia orquestada por la triple A (Aznar, Abascal y Ayuso), esta última, la Reina Azul, atendiendo los “sabios” consejos de su palafrenero Miguel Ángel Rodriguez.

Creo que todo el discurso político se ha convertido en un auténtico, disparate, en un delirio. Términos como Kale borroca, yihadismo, gobiernos ilegítimos, polarización, complot de los enemigos del estado, exigencias de dimisión de ministros y altos cargos de la justicia, se entrelazan sin sentido, incluso se llegado a decir que los que están contra el genocidio es porque apoya a Hamas ¿se puede ser más estúpido? Pues parece que sí.

El exceso, el disparate, la grosería, la banalidad, la vulgaridad; y yo diría que también la ignorancia histórica que va apoderando del lenguaje político parece no tener límites y pone a prueba, día tras día, la inteligencia de todos los ciudadanos. Por ejemplo.

Decir, como dijo Aznar, que el Estado Palestino no existe es de una ignorancia supina de la Historia, ya que el 29 de Noviembre de 1947, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) adoptó la resolución 181, aprobando la partición del territorio, entonces bajo Mandado Británico, en dos estados, uno árabe y otro judío. Por tanto, Señor Aznar, si no existe el Estado Palestino, tampoco existe el Estado de Israel ya que ambos forman parte de la misma resolución.

El que Isabel Ayuso comparara lo sucedido en Madrid con la situación que tuvieron que sufrir los habitantes de Sarajevo es, además de una provocación malintencionada, un desconocimiento monumental de la Historia de la Guerra en Bosnia y una falta de respeto a sus habitantes que padecieron un asedio que duro 4 años, con más 12.000 muertos y 50.000 heridos, más del 85% civiles.

Otro enorme error histórico es pensar que Israel tiene algún derecho sobre el territorio que hoy ocupa. Dicho territorio fue controlado por los egipcios, los asirios, los persas, los griegos y los romanos, que los expulsaron de allí a los julios en año 70. Posteriormente formo parte del Imperio Bizantino y en el siglo VII paso a poder de los musulmanes y más tarde de los otomanos. Tras finalizar la I Guerra Mundial, fue Gran Bretaña la encargada de administrar Palestina en nombre de la Sociedad de las Naciones entre 1920 y 1948, hasta la Resolución de Naciones Unidas para la creación de los dos estados, Israel y Palestina. ¡De los dos Señor Aznar!

En resumen, los judíos no han sido dueños del territorio palestino desde su conquista por Egipto, desde el 15 siglo a.C., y fueron expulsados de él hace 20 siglos. Mientras los musulmanes han habitado en esta región durante 14 siglos. Argumentar, para acreditar el derecho a residir en Palestino una donación divina, es ridículo. Cómo ya dije, se trata del único país de todo el mundo que afirma haber recibido un territorio por parte del mismísimo Dios hace muchos miles de años. Esto es Historia, señores, y nuestros dirigentes debería leer más y no decir insensateces al menos para disimular su supina ignorancia.

Lo cierto es que para hablar de toda esta gente que niegan la evidencia y no saben cómo calificar lo que está sucediendo con la población palestina, un indiscutible genocidio televisado y narrado en directo en horas de prime time. Pues, para ellos debo reconocer que no se me ocurría calificativo que no rallen en el insulto y como no quiero calentaran más el ambiente, he recurrido a un apelativo, que en una película de 2004 titulada “Las crónicas de Riddick”, se aplicaba a una especie invasora y exterminadora de planetas: Necróferos.

Los Necróferos son una raza alienígena que en su afán conquistador viajan por el espacio destruyendo y esclavizando a los habitantes de muchos planetas con el fin de transformarlos en nuevos practicantes de su religión, cuyo principal lema es “Uno es dueño de lo que mata”.

Y es que, como los necróferos, el Gobierno de Israel no se conformará con Gaza querrán también Cisjordania y más tarde los altos del Golán, Siria, Jordania, Líbano, la península del Sinaí...

Si los de “triple A” y también gente como (y esta vez sí pongo nombre) Alfonso Ussia, Alvises, Burgos, Tellado, Esperanza Aguirre… (y algunos personajes a nivel internacional en los que seguro están pensando); si ellos y ellas no son necróferos a fe mía que se les parecen mucho, porque también habitan en un oscuro universo al que quieren llevarnos a todos. Definitivamente creo que “necróferos” es un adjetivo apropiado. Viven en una auténtica distopía.

Preguntas. Sí aquellos que apoyan el fin del genocidio en Gaza son “gentuza” ¿cuántos millones de gentuza hay en el mundo para Alfonso Carlos Serrano? Otra más ¿Hay cada día más necróforos en el mundo? Yo creo que no, lo que sucede es que hacen más ruido. Y para terminar, ¿por qué hay tan pocos bulos y noticias falsas sobre los dirigentes de la derecha y la ultraderecha?

En resumen, que antes que necrófero yo prefiero seguir estando entre la “gentuza”

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