¿En qué medida ha crecido España en comparación con el resto de Europa? Descubra cómo lidera el crecimiento general de la zona euro, a pesar de la desaceleración del sector servicios.
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La economía de la zona euro solo mostró algunos signos marginales de vida en agosto, ya que la desaceleración de la actividad de los servicios contrarrestó las mejoras graduales en la industria manufacturera. Sin embargo, dentro de este panorama regional tan lento, España destacó como motor de crecimiento del bloque, superando a sus homólogos y siguiéndo siendo una fuente de impulso en Europa. Mientras que el crecimiento en toda la zona euro se mantiene al borde del estancamiento, España ha obtenido resultados por encima de la media, lo que la convierte en un país resistente incluso en un clima de creciente incertidumbre. La actividad de los servicios se ha enfriado, pero España sigue liderando el grupo.
En el segundo trimestre de 2025, España se convirtió en el líder del crecimiento de la zona euro, con un sólido aumento del PIB del 0,7 % intertrimestral, muy por encima de la media de la zona euro, que fue solo del 0,1 %. Este buen rendimiento contrasta con el lento crecimiento observado en toda Europa y ha hecho que España resulte atractiva para los inversores interesados en forex trading.
Otros países europeos también registraron descensos, con una contracción del 0,1 % en Alemania, un descenso en Italia y un ligero crecimiento del 0,3 % en Francia.
La aceleración económica de España se debe principalmente a factores internos, especialmente el consumo y la inversión de los hogares, que contribuyen al crecimiento. El consumo privado sigue siendo sólido, respaldado por el fortalecimiento del mercado laboral, y la inversión empresarial ha registrado avances notables a pesar de la incertidumbre mundial.
La tasa de desempleo de España es del 10,29 %, el nivel más bajo desde 2008. Este descenso refleja la fuerte creación de empleo, impulsada por el aumento de la inmigración de trabajadores cualificados, que ha impulsado tanto la demanda como la capacidad productiva.
En cuanto a la industria manufacturera, el sector industrial español ha mostrado un crecimiento equilibrado. Su PMI manufacturero avanzó lentamente hacia la expansión, alcanzando su ritmo más rápido en 10 meses. Mientras tanto, la zona euro volvió a registrar un crecimiento de la industria manufacturera, aunque todavía es débil y desigual.
A pesar de la desaceleración de la fortaleza económica en Europa, el sector español sigue siendo un pilar fundamental. El PMI de servicios de S&P Global HCOB España bajó a 53,2 en agosto, desde 55,1 en julio, pero sigue por encima del umbral de 50. El crecimiento persiste gracias a la fuerte demanda, el aumento del volumen de ventas, la actividad exportadora y el hecho de que las empresas transfieran el aumento de los costes a los consumidores.
Toda la zona euro refleja una mejora moderna. Su PMI compuesto subió hasta 51,0, su máximo en 12 meses, pero el PMI de servicios cayó hasta 50,5, lo que indica solo una expansión marginal. En algunas partes de la región, la actividad de los servicios está casi estancada, el desempleo sigue siendo alto y los pedidos de exportación están disminuyendo. Sin embargo, España está experimentando un crecimiento lento en los servicios, pero en general se está expandiendo.
Varios factores a medio y largo plazo hacen que España obtenga mejores resultados que otros países europeos.
Aparte del turismo, sectores como las finanzas, el inmobiliario, las TIC y los servicios profesionales se han expandido, aumentando la productividad y la contribución del sector servicios al PIB. Según un estudio de Goldman Sachs, estos servicios avanzados se sitúan ahora tres puntos porcentuales por encima de los niveles previos a la pandemia, superando al resto de la zona euro.
España ha acogido a más inmigrantes que otros países como Alemania, Francia e Italia. Muchos de ellos aportan habilidades fundamentales al país, lo que impulsa la mano de obra y satisface las demandas de empleo.
Las exportaciones españolas son menos vulnerables a las barreras comerciales impuestas por Estados Unidos que las de otras economías de la zona del euro, lo que las ha protegido de las crisis mundiales.
La iniciativa Next Generation EU y las reformas estructurales, como los cambios en el mercado laboral y las inversiones en la transición ecológica, han hecho que España sea más resistente y versátil.
Los economistas prevén que España seguirá experimentando un crecimiento moderado. La Comisión Europea ha pronosticado un crecimiento del PIB del 2,6 % para España en 2025, que se moderará hasta el 2,0 % en 2026. El FMI también prevé un 2,5 % en 2025, seguido de un 1,8 % en 2026. Sin embargo, algunos riesgos incluyen las tensiones comerciales, el envejecimiento demográfico y la incertidumbre política interna.
A pesar del éxito de España frente a otros países europeos, sigue enfrentándose a algunos obstáculos. El desempleo persiste, especialmente entre los jóvenes. En enero de 2025 superaba el 24,9 % y sigue siendo un reto estructural.
España también se enfrenta a problemas de accesibilidad a la vivienda y de infraestructura, agravados por la inmigración y las presiones de la demanda, que están aumentando las tensiones sociales. La alta dependencia de España de la demanda interna la hace sensible a cualquier vacilación en la confianza de los consumidores o en la inversión.
La incertidumbre global, como los cambios en la política comercial, las tensiones geopolíticas o la desaceleración de los socios de la zona euro, también erosiona la demanda externa.
España lidera actualmente el crecimiento de la zona euro, con una notable expansión del PIB del 0,7 % en el segundo trimestre del año, mientras que el conjunto de la región se queda rezagado con un 0,1 %. Su economía se beneficia de factores equilibrados, como el fuerte consumo interno, la resistencia de los servicios, la reactivación de la industria manufacturera y las tendencias estructurales favorables. Aunque el sector servicios español se está enfriando, sigue firmemente en territorio de expansión, respaldado por la demanda y el poder de fijación de precios. Los subsectores de servicios avanzados también están aumentando la productividad. Con la fortaleza del mercado laboral, la renovación demográfica y la exposición a los riesgos globales, las perspectivas de España siguen siendo positivas.