Propuestas de comarcialización (Provincia de Salamanca)
Puesto que la dispersión municipal de la provincia aparece con múltiples insuficiencias para plantear acciones e iniciativas de desarrollo, es conveniente adoptar perspectivas más amplias e integradoras desde las que se puedan evaluar los recursos y desventajas de los 5 distintos territorios; y, de este modo, proponer alternativas que permitan la superación tanto de las pequeñas escalas como de los ámbitos de relación superior (provincia, comunidad autónoma). Los entes intermedios están llamados a jugar un papel fundamental si las decisiones de política territorial son coherentes con las dinámicas sociales y económicas analizadas anteriormente.
Las estructuras espaciales de la provincia de Salamanca han sido modificadas radicalmente en los últimos años: las comarcas tradicionales no constituyen ya una referencia adecuada; tampoco es intención proponer una nueva comarcalización funcional,
Delimitar a cinco Unidades de Estudio, definidas fundamentalmente por los grandes usos del suelo de la provincia de Salamanca (cultivos cerealistas, explotaciones agrosilvopastoriles y géneros de vida serranos) y por factores de localización derivados del hecho fronterizo y de la expansión de la capital. De esta forma, individualizamos los siguientes conjuntos: Campiñas Cerealistas, Campo Charro, Zona Fronteriza, Sierras y Área Urbana y Periurbana de la Capital.
Esta elección parece coherente con las nuevas lógicas espaciales y con los criterios arriba señalados, pero plantea, sin duda, cuestiones muy delicadas a la hora de la delimitación, puesto que existen áreas de contacto, donde las discontinuidades geográficas no se muestran con suficiente nitidez o donde los procesos de transformación de los usos del suelo se yuxtaponen y entremezclan. Particularmente expresiva es la participación del Área Periurbana de la capital en las unidades más extensas de las Campiñas y del Campo Charro; una línea de contacto y diferenciación, que si en el pasado cercano era suficientemente clara, en la actualidad ha quedado difuminada y desbordada por los usos residenciales, industriales y de servicios.
También se produce una intersección de la Zona Fronteriza con el Campo Charro y con el sector más occidental de las Sierras. Aunque en el- pasado el efecto frontera quedaba circunscrito a los municipios de la raya, no podemos olvidar que, a partir de la integración en la Unón Europea y de la creación del mercado único, las franjas fronterizas se contemplan como espacios más amplios, en los que se puedan implementar políticas regionales más eficaces y con capacidad para la superación de las desventajas comparativas de estas áreas periféricas y marginales finales. Esta propuesta de grandes unidades territoriales debe ayudar a la toma de decisiones de índole económica y administrativa en armonía con las recomendaciones de la Unión Europea pues da lugar a espacios homogéneos y con suficientes recursos endógenos para complementar acciones eficaces y sostenidas.
Imagen Santiago bayon Vera