La muestra, comisariada por Beatriz Sánchez Valdelvira, saca a la luz 572 fotografías y cerca de 800 acuarelas inéditas de Candelario y La Alberca del primer tercio del siglo XX, saldando una 'deuda histórica' con la provincia
La Diputación de Salamanca, a través de su Instituto de las Identidades (IDES), ha presentado este miércoles la exposición "Vestir el barro", una muestra que recupera la memoria etnográfica de la provincia a través del objetivo de los alumnos y profesores de la Escuela Madrileña de Cerámica en el primer tercio del siglo XX. La Sala de Exposiciones del IDES (junto a la Torre del Clavero) se convierte en el epicentro de este viaje al pasado, un proyecto que salda lo que el diputado de Cultura, David Mingo, ha calificado como "una especie de deuda histórica que teníamos con la sociedad salmantina".
El diputado ha afirmado que su obligación, "además moral, debe ser poner a la indumentaria salmantina en el lugar que merece, que creo que es en la primera posición del panorama nacional". Un compromiso que se materializa en una exposición en la que, según sus palabras, "hemos puesto mucho cariño, mucha dedicación y mucho empeño".
La exposición podrá visitarse hasta el 23 de noviembre.
La exposición se nutre del legado de la Escuela Madrileña de Cerámica, cuyos miembros realizaron varias estancias en la provincia con un doble objetivo: formativo y documental. Estas misiones pedagógicas les llevaron a Candelario en 1922, La Alberca en 1937, 1942 y 1986 e Hinojosa de Duero en 2004.
Durante estos cursos, no solo enseñaban a los alumnos a resolver problemas de técnica pictórica, sino que también les sumergían en la cultura local. El resultado fue un archivo de incalculable valor con un claro "carácter testimonial", dejando constancia de "un estudio costumbrista de una sociedad en trance de desaparecer".
La comisaria de la exposición y beneficiaria de la Beca de Investigación Etnográfica Ángel Carril 2024, Beatriz Sánchez Valdelvira, ha sido la artífice de estudiar y poner en valor este fondo. Gracias a su trabajo, hoy se conoce la magnitud del legado salmantino: se conservan 572 fotografías (20 de Candelario y 552 de La Alberca), una cifra que Mingo ha calificado de "excepcional".
Sánchez Valdelvira ha revelado que "la escuela no solo hizo las fotografías, que quizás sean lo más desconocido, sino que hizo una cantidad ingente de acuarelas. Se conservan en Madrid más de 13.000 acuarelas, y de esas 13.000, casi 800 pertenecen solamente a La Alberca". Debido a su delicado estado y gran tamaño, estas obras no han viajado a Salamanca, aunque la muestra incluye dos importantes representaciones de 1936 cedidas por el Ayuntamiento y la Cámara de Comercio.
Entre las piezas más destacadas de esta exposición, el público podrá admirar dos paneles de azulejos que muestran a dos candelarias, acogidos en la exposición por primera vez tras ser restaurados. Además, se exhibe el imponente traje de demonio de la Loa Albercana, una pieza que dialoga directamente con el pasado, ya que aparece en una de las fotografías tomadas hace casi un siglo, creando un poderoso puente entre el objeto y su representación histórica.
Este proyecto ha sido posible gracias a una amplia red de colaboración. Pepe Calvo, director del Museo Etnográfico de Castilla y León, ha celebrado esta sinergia: "Es un absoluto placer ver este recurso cultural que tenéis en esta ciudad tan bonita". Calvo ha elogiado la "exquisitez" del trabajo de la comisaria al adaptar la muestra a Salamanca, que ya tuvo una versión en Zamora.
Las instituciones colaboradoras son el Museo de Historia de Madrid, el Museo Etnográfico de Castilla y León, la Escuela Madrileña de Cerámica, el Ayuntamiento de Salamanca, la Cámara de Comercio de Salamanca, el Ayuntamiento de La Alberca así como coleccionistas particulares.
Además, Sánchez Valdelvira ha hecho un anuncio de gran relevancia para investigadores y público general: "El próximo mes estará disponible en la web del etnográfico todas las fotografías de la escuela madrileña de cerámica en toda Castilla y León". Esta digitalización permitirá el acceso universal a un fondo documental de valor incalculable, perpetuando la misión original de la escuela de preservar la memoria popular para las futuras generaciones.