Mañana es la Virgen de la Vega, en el día 8 de septiembre de la Natividad de la Virgen. Patrona de Salamanca y venerada en la catedral nueva. Parece que le pedían proteger los campos de la vega del río.
Las calles llenas, las casetas y los conciertos en la plaza mayor. Yo cada vez huyo más de las multitudes. Me gusta quedar con amigos para poder hablar y escuchar.
Por estas fechas empiezan los que más vacaciones tienen a quejarse del estrés postvacacional. Si lo juntamos con los helados para perros y que puede que den permiso en el trabajo por muerte de mascotas, a mi me parece un cóctel de frivolidad y superficialidad en comparación con la mayor parte de la sociedad.
Mi verano ha estado en encontrarme lo más posible con mis hijas y familia. Quince días en el pueblo y otros quince en Marruecos. Se agradece la calma en el pueblo que me vio nacer y la tierra ruda de encinas, cantuesos, escobas y enebros. Impregnarse de raíces.
Llegada la primera semana nos hemos topado con los nuevos resultados de aprendizaje que tenemos que poner en las programaciones. Ha habido momentos de reírnos a carcajadas por la estupidez. Los alumnos no completarían todos ni en ingeniería de caminos. Es ridículo que cuanto más se pide la reducción de burocracia inútil más nos obligan a papeleos contraproducentes para el desarrollo docente con los alumnos. Así también en el ámbito de los servicios sociales, cada vez más aplicaciones que no nos regalan tiempo con los chicos, sino que nos lo quitan. Se deshumaniza la educación y la sanidad.
Pedir una cita puede resultar difícil hasta para una persona con tres carreras universitarias. Imaginar para un anciano de campo.
Un ingeniero contratado un año para legalizar diez colmenas, permisos de desbroce que llegan al propietario después del incendio que arrasó su casa, sus cultivos y sus animales. ¿Por qué nos extraña que se queme el monte?. En Soria y en sitios donde el monte lo gestionan los vecinos para su propia supervivencia no hay incendios.
Están vaciando el campo por burocracia y normativas imposibles.
Ya estamos todos en la ciudad invadidos por turistas, con viajes caprichosos mientras las migraciones son por necesidad. Aquí en España más de un millón de mujeres acaban la universidad mientras en Marruecos no superan las cincuenta mil. Pero en España hay tres veces más personas que se suicidan .
Nuevos fuegos artificiales y más jubilados en las terrazas mientras los jóvenes no encuentran casa.