El primer punto de encuentro fue el Francisco Mateos, en el que la mayoría jugó cuando era de tierra
Coincidiendo casualmente con el día de presentación de la renovada primera plantilla del Ciudad Rodrigo CF para la temporada 2025/2026 (en el marco del partido que disputará a las 18.30 horas en el Francisco Mateos frente al NoName zamorano), a lo largo de este soleado primer sábado de septiembre se está produciendo un histórico encuentro de unos 80 veteranos de distintas épocas del Club mirobrigense.
El encuentro comenzó a las puertas del lugar de referencia para el fútbol en Ciudad Rodrigo, el Francisco Mateos, donde se fueron congregando los veteranos que a día de hoy residen en Miróbriga y alrededores, quienes dieron una cálida bienvenida a los veteranos que llegaron desde Salamanca en un microbús fletado para la ocasión.
De este modo, a las puertas del Francisco Mateos se fueron sucediendo los saludos y abrazos antes de pasar al interior del campo, que muchos de ellos conocieron de una forma muy diferente, especialmente por la superficie de juego, mencionando que “yo la hierba no la conocí [jugando]”, o que producto de la tierra que había, “salías todos los partidos... [con heridas y rozaduras]”.
Como señala a Ciudad Rodrigo Al Día uno de estos veteranos, Chuchi Caridad, la idea de este gran reencuentro surgió un día al encontrarse varios de ellos, empezando a mover hilos para contactar con el mayor número posible, hasta lograr reunir a unos 80 de varias épocas, la práctica totalidad del siglo XX (apenas alguno llegó a jugar dentro del siglo XXI).
Entre todos ellos, el jugador más veterano en este reencuentro ha sido Manolín, quién ya tiene 79 años, y que jugó en el Francisco Mateos hace casi 60 años, en 1966 (además de en el Ciudad Rodrigo militó en el Salamanca). Eso sí, la persona de mayor edad en este reencuentro ha sido un antiguo árbitro, Lolo, quién ya cuenta con 85 años y que como apunta “los conozco a todos”.
Tras unas cuantas fotos, los veteranos estuvieron tomando un primer aperitivo en el Francisco Mateos antes de poner rumbo al centro histórico de Ciudad Rodrigo, donde a la hora de publicarse esta información están comiendo en el Restaurante Tamborino 2. La idea que tienen es instaurar este encuentro de veteranos como una cita anual y volver a juntarse año tras año para recordar los tiempos en los que jugaban, con infinidad de anécdotas y recuerdos.