Uno de los capitanes del conjunto charro ha hablado sobre las palabras del técnico, el sistema de 5-3-2, sus molestias y todo lo demás en una entrevista
Un gol en el último minuto, una derrota en el debut liguero y unas declaraciones del entrenador, Oriol Riera, que han resonado con fuerza en el entorno del club. El arranque de temporada para Unionistas de Salamanca no ha sido un camino de rosas y en medio de todo ello, Carlos de la Nava ha tomado la palabra para explicar la situación interna.
El epicentro del debate han sido las palabras del técnico tras la derrota ante Osasuna tras las duras críticas a Antonio Paz y la plantilla. Sin embargo, De la Nava ha querido rebajar la tensión y contextualizar la situación, asegurando que la percepción externa ha magnificado el mensaje. "Se le ha dado un poco más de bombo al asunto, nosotros estamos tranquilos", ha afirmado con rotundidad el capitán. Según ha explicado, el entrenador se ha dirigido a ellos para aclarar sus intenciones. "Al final, el míster nos dio sus explicaciones, yo creo que nos lo explicó bien, y nosotros nos lo tomamos de la mejor manera, que nos sirva para dar un poco más".
De la Nava ha insistido en que la relación es de total confianza mutua. "Él confía en nosotros, ya nos lo ha dicho, y nosotros estamos confiados también en poder conseguir ya los primeros puntos de la temporada". El capitán ha reconocido que leer las declaraciones sin el contexto del vestuario puede llevar a equívocos. "Si lo lees, pues bueno, parece que es más de lo que luego en realidad nos dijo", ha admitido, enmarcando todo en la frustración del momento. "Veníamos de un palo duro del gol en el último minuto, todos estábamos enfadados, pero estamos en la jornada 1, no hay que ser extremistas".
Más allá de este episodio concreto, De la Nava ha abordado esa sensación de pesimismo que parece haberse instalado en una parte del entorno del club, algo poco habitual en años anteriores. El '10' de Unionistas lo ha atribuido al propio crecimiento de la entidad y a las altas expectativas generadas por las exitosas campañas pasadas. "Cada vez hay más gente que sigue al club, el club va creciendo mucho, todos los años se han hecho buenos años y quizás el año pasado sufrimos más de la cuenta y todo puede influir", ha analizado.
Frente a ese ruido exterior, la receta del vestuario es clara: "Nosotros dentro ya tenemos experiencia, somos profesionales, sabemos en qué categoría estamos, lo que somos nosotros, y tenemos que estar tranquilos, trabajar al máximo para intentar repetir estos años que hemos hecho tan buenos".
En el plano estrictamente deportivo, el capitán también ha confirmado buenas noticias personales. A pesar de unas pequeñas molestias en el isquio derecho que le han obligado a prevenir en los entrenamientos, las pruebas han descartado cualquier lesión grave. "Me han hecho pruebas y parece que no hay rotura ni nada grave, así que espero ya mañana estar a tope y llegar en perfectas condiciones al partido", ha tranquilizado.
Sobre el debut liguero, ha lamentado que el resultado final empañara el trabajo realizado. "De ganar a perder, cambia mucho el discurso haciendo el mismo partido. Esta categoría es superigualada, se decide por pequeños detalles", ha reflexionado. El equipo, según su visión, ha dado un paso adelante en solidez, pero es consciente de la tarea pendiente en ataque. "Hemos dado un paso defensivamente, y ofensivamente tenemos que intentar crear más ocasiones. Somos gente joven, la mayoría nueva en el club, y poco a poco iremos dando pasos hacia adelante".
Uno de los focos de debate ha sido el sistema 5-3-2 empleado por Riera, una apuesta táctica que De la Nava ha calificado de "novedosa". El equipo se encuentra en pleno proceso de adaptación. "Es un sistema que hay que trabajarlo, que no estamos todo lo acostumbrados que solemos estar a otro sistema", ha comentado. Sin embargo, ha revelado que no será un esquema inamovible. "El míster nos ha dicho que en diferentes partidos va a utilizar otros sistemas, que no estamos cerrados a nada, y yo creo que eso es bueno que tengamos diferentes variedades para atacar los puntos débiles de los rivales". Esta flexibilidad, ha añadido, justifica la "presencia de extremos" en la plantilla, quienes tendrán su oportunidad cuando el dibujo táctico cambie.
Con la primera jornada ya en el retrovisor, la vista está puesta en la primera salida de la temporada, un desplazamiento para medirse al Arenteiro. El recuerdo de las dificultades a domicilio del curso pasado está presente, pero el equipo está centrado en revertir esa dinámica. De la Nava ha pronosticado un encuentro de máxima exigencia. "Va a ser un partido muy disputado, cerrado, con un marcador corto, que por pequeños detalles se va a decidir", ha vaticinado. La confianza, pese a todo, sigue intacta. "Ojalá que caiga de nuestro lado. Yo creo que estamos trabajando bien y ojalá que consigamos los primeros puntos".