La Diputación de Salamanca y la Junta de Castilla y León, en colaboración con AESCO, han presentado una nueva campaña del 'Bono de Proximidad'. Los bonos de descuento para dinamizar el comercio en los municipios de la provincia, que podrán solicitarse a partir del 9 de septiembre.
La Diputación de Salamanca y la Junta de Castilla y León, junto con la asociación de comerciantes AESCO, han presentado una nueva edición del Bono de Proximidad de Salamanca. Esta iniciativa, conocida popularmente como los 'bonos rurales', ha sido diseñada para inyectar vitalidad en el tejido comercial de los municipios de la provincia, con una inversión total de 140.000 euros que pondrá en circulación 6.349 bonos de descuento directo para los consumidores.
El presidente de la Diputación, Javier Iglesias, la directora general de Comercio y Consumo de la Junta, María Pettit, y el presidente de AESCO, Benjamín Crespo, han desgranado los detalles de una campaña que busca dinamizar la economía local y, al mismo tiempo, apoyar a las familias en un mes clave de gastos como es septiembre.
El mecanismo de los bonos se ha mantenido sencillo para facilitar su uso tanto a clientes como a comerciantes. La fecha clave para los consumidores es el próximo 9 de septiembre, día en que se abrirá el plazo para solicitar los bonos a través de la página web oficial de la campaña: salamancacomerciorural.es. Toda la información para los comerciantes interesados en adherirse se publicará previamente, el 3 de septiembre, en el Boletín Oficial de la Provincia.
En total, se distribuirán 6.349 bonos, financiados con 125.000 euros del presupuesto total, divididos en tres categorías:
Javier Iglesias ha calificado la iniciativa como un "círculo virtuoso", ya que "beneficia a los vecinos de la Salamanca rural, de los pueblos más pequeños, en muchas ocasiones, pero también a los comerciantes, que ven aumentar sensiblemente sus compras".
El presidente de la Diputación ha destacado que el lanzamiento de la campaña coincide estratégicamente con un momento de "importantes desembolsos económicos" para las familias, como es la vuelta a las aulas. "Hay un pico de consumo durante el mes de septiembre, y nosotros queremos ayudar y dar un mensaje claro y diáfano a los comerciantes", ha afirmado Iglesias, quien ha lanzado un mensaje de apoyo directo al sector: "Hay futuro, estamos con vosotros, queremos ayudar".
El éxito de las ediciones anteriores ha sido arrollador, un hecho que Iglesias ha recordado con una advertencia a los interesados. "En la pasada edición fue un éxito arrollador. Aquí me han escrito que se acabaron en pocas horas. Yo creo que se acabaron a los pocos minutos, según me decían, fue visto y no visto", ha comentado.
Por su parte, la directora general de Comercio y Consumo, María Pettit, ha subrayado la importancia de la colaboración institucional, detallando que la Junta de Castilla y León aporta 75.000 euros al programa. Pettit ha defendido que estas ayudas son fundamentales para incentivar que "las personas vayan a comprar al comercio de proximidad", ya que este "ofrece trabajo, economía, ofrece vida al centro de nuestros pueblos".
Además, la directora general ha aprovechado la ocasión para informar sobre otras dos líneas de ayuda cruciales para el medio rural. La primera, dirigida a comercios, artesanos y servicios de proximidad afectados por los recientes incendios, ofrece hasta 5.000 euros para rehabilitar los locales. La segunda es el 'cheque de comercio rural', una ayuda destinada a incentivar la permanencia de negocios en pueblos de menos de 200 habitantes, cuyo plazo de solicitud finaliza el próximo 31 de octubre.
Benjamín Crespo, presidente de AESCO, ha agradecido el compromiso de las administraciones y ha aportado un dato sobre la efectividad del programa: "De cada euro invertido, se generan casi 5 de retorno". Crespo ha informado que ya hay cerca de 150 comercios adheridos a la iniciativa y que el objetivo es superar los 200 participantes este año.
Más allá de las cifras, Crespo ha querido poner en valor la insustituible labor social que desempeñan estos establecimientos. "Una tienda pequeña en un municipio pequeño no solo es un negocio, es un punto de encuentro, un servicio esencial, un motor esencial y social", ha declarado. En su opinión, apoyar a estos comercios es una herramienta clave para "frenar la despoblación que afecta a todos nuestros pueblos".
La campaña se presenta, por tanto, no solo como un alivio económico, sino como una apuesta decidida por el futuro de la Salamanca rural, un ecosistema donde cada tienda abierta es un servicio fundamental que garantiza el arraigo y el bienestar de sus habitantes.