El discurso, cargado de humor, también incluyó un llamamiento a las nuevas generaciones para que apoyen la cultura local y no dejen "morir los bares" de la villa ducal.
La noche de este domingo, Alba de Tormes ha dado el pistoletazo de salida a sus esperadas Fiestas de la Transverberación. Desde el emblemático balcón del Ayuntamiento, la peña The Vikis ha sido la encargada de pronunciar un pregón que ha viajado por sus 40 años de historia, un recorrido lleno de emoción, humor y un profundo arraigo a las tradiciones y gentes de la villa ducal.
Tras los saludos iniciales y el agradecimiento a la alcaldesa y su equipo, la peña sorprendió a los presentes con un guiño cinematográfico al maestro Berlanga, exclamando: "COMO ALCALDE VUESTRO QUE SOY OS DEBO UNA EXPLICACIÓN, Y ESA EXPLICACIÓN QUE OS DEBO, ¡¡¡OS LA VOY A PAGAR!!!!". Una broma que desató las risas y marcó el tono festivo de la noche.
El pregón fue un emotivo viaje en el tiempo hasta los orígenes de la peña, hace cuarenta años. "Venimos del año en el que España entró en Europa, del nacimiento de Windows, cuando solo teníamos dos canales de televisión", recordaron, situando a los más jóvenes en una época marcada por el Equipo A, el Coche Fantástico y el estreno de Regreso al Futuro.
Eran "unos niños" que, sin dinero ni experiencia, rebosaban "ilusión y ganas de fiesta". Su primer local en la Cuesta del Duque fue testigo de sus inicios, antes de mudarse a las traseras de las viviendas sociales, donde el grupo creció con nuevos amigos y amigas.
La identidad de The Vikis se forjó con creatividad y autogestión. Desde una primera camiseta negra con la leyenda "Vikingos" hecha con un molde de cartón y spray rojo, hasta las camisetas grises personalizadas a mano con rotuladores. Más tarde llegaría el histórico dibujo de la Rata Vikinga, que estampó sudaderas, cazadoras y pañuelos.
Pero si algo ha marcado la diferencia, como destacaron en su discurso, han sido "las FAMOSAS Y SIEMPRE ESPERADAS PEGATINAS DE LOS VIKIS". Con más de 70 diseños diferentes a lo largo de su historia, estas pegatinas se han convertido en un objeto de coleccionista que genera expectación cada agosto y octubre, sacando sonrisas con su humor sobre la actualidad o su "especial devoción" por la cerveza.
Más allá de la fiesta, el pregón reivindicó los valores de respeto y colaboración que han guiado a la peña. Citando a Santa Teresa, "DARSE DEL TODO AL TODO, SIN HACERNOS PARTES", enumeraron las múltiples y anónimas formas en las que sus miembros han colaborado con el pueblo:
Subrayaron su carácter de "peña tolerante", que no acepta "discriminación ni por género, condición sexual, raza, origen o religión", y condenaron toda forma de violencia, invitando a las nuevas generaciones a "denunciar las injusticias y plantarles cara".
El discurso estuvo salpicado de anécdotas entrañables, como su primera comida de reunión: una cazuela de mejillones en salsa cocinada por la "histórica y mítica María la Diógenes". O las visitas privadas al Castillo de la mano de la Señora Pepa, un recuerdo que sirvió para lanzar un mensaje claro: "¡Cuidemos de Alba!".
El momento más emotivo llegó con la mención especial a "nuestros ilustres hermanos vikingos que ya no están: Paco, Ramón e Isidro, nuestro Isi. Este pregón va dedicado a vosotros". Un recuerdo que extendieron a todos los antiguos miembros y al resto de peñas históricas de la villa.
En la recta final, The Vikis se dirigieron a los más jóvenes con una reflexión y una petición: "No dejéis morir los bares, por favor. Nos necesitamos mutuamente". Definieron los bares como "la peña de los que no tienen peña" y la "red social" original, con un cariñoso recuerdo para Pepe Gato, a quien nombraron su "Comunity Manager".
También hicieron un llamamiento a apoyar la cultura, "el cine, teatro, conciertos o exposiciones", para que Alba siga creciendo. Para ello, volvieron a recurrir a la patrona con una sabia cita atribuida a ella: "LEE Y CONDUCIRÁS, NO LEAS Y SERÁS CONDUCIDO".
El pregón concluyó con una explosión de alegría y un agradecimiento al Ayuntamiento. "¡¡¡Viva la fiesta, viva la alegría y el buen humor!!!", exclamaron, antes de cerrar con una última enseñanza teresiana hecha lema de vida: “TRISTEZA Y MELANCOLÍA NO LAS QUIERO EN CASA MÍA”.