Cientos de vecinos arropaban a la venerada imagen en su jornada festiva
No se olvidan los cantalpineses de su madre, la Virgen de la Asunción, arropándola en una multitudinaria misa mayor y posterior procesión por las céntricas calles de Cantalpino.
A los sones de Carlos Rufino de Haro y el pequeño Mario, la procesión hizo una parada en la plaza de España, donde los cantalpineses acompañaron a la Madre con el silencio.
Después, cientos de vecinos y visitantes celebran este día grande alrededor de la comida familiar, punto de encuentro anual, para luego descansar y enfilar posteriormente las actividades de la jornada: un festival taurino y una gran verbena con orquesta entrada la noche.
Reportaje gráfico: Montse Hierro