SOCIEDAD
Actualizado 10/08/2025 09:24:23
Vanesa Martins

Esa ganancia de tiempo no es una simple mejora logística; es la diferencia entre la recupeación y la discapacidad severa

Cada pieza, cada profesional, se mueve con una coordinación milimétrica porque en la carrera contra el ictus, cada segundo cuenta. Se trata de una de las patologías que llegan más comúnmente a través del helipuerto que hay en el Hospital de Salamanca, y que conocemos ene ste enlace. En esta batalla, donde el tiempo es el enemigo y el cerebro el campo de batalla, el helipuerto integrado en el hospital se ha convertido en un arma estratégica que está cambiando el pronóstico de decenas de pacientes.

Al frente de este equipo se encuentra el doctor Jesús Alberto Vizcaya Gaona, coordinador de la Unidad de Ictus del servicio de Neurología. El profesional desgrana la importancia vital de una infraestructura que, unida a un equipo perfectamente coordinado, permite ganar minutos de oro. “En neurología tenemos el eslogan de que ‘el tiempo es cerebro’. En este tipo de patología, igual que en el infarto de miocardio, el tiempo es fundamental”, explica el doctor Vizcaya. Esta máxima cobra una relevancia especial para un hospital que es centro de referencia para provincias como Ávila y Zamora, ya que, como detalla el especialista, “cambia muchísimo el beneficio de los pacientes”.

Esa ganancia de tiempo no es una simple mejora logística; es la diferencia entre la recupeación y la discapacidad severa . El tejido cerebral es extremadamente sensible a la falta de riego sanguíneo y la ventana para actuar es muy estrecha. “Pocos minutos pueden hacer la diferencia en cuanto, en primer lugar, a poder hacer algo con el paciente”, afirma con rotundidad el neurólogo. Si un paciente llega demasiado tarde, el daño puede ser irreversible. El doctor Vizcaya utiliza una analogía muy gráfica para explicarlo:

“En cuestión de minutos ese tejido cerebral puede sufrir y un paciente pasa de ser candidato a todo a no poder hacer nada por él, entonces es fundamental”. Para lograr esta eficiencia, cuando Emergencias Sanitarias activa un Código Ictus extrahospitalario y se decide el traslado en helicóptero, la maquinaria en el Hospital de Salamanca se pone en marcha antes incluso de que la aeronave aterrice. “Nosotros comentamos que esto es como un reloj suizo, todos t e n e m o s que formar parte de este engranaje y funcionar al milímetro, a la perfección”, señala Vizcaya. El protocolo, diseñado para eliminar cualquier tiempo muerto, comienza con la recepción del preaviso por parte del equipo de Neurología. De inmediato, se contacta con Admisión para realizar una preapertura de la historia clínica y se dejan solicitadas las pruebas cruciales, como el escáner cerebral (TAC) y la analítica. De hecho, en muchas ocasiones, el equipo médico del helicóptero ya ha extraído las muestras de sangre durante el vuelo para adelantar el proceso.

A la llegada del paciente, el equipo de guardia, compuesto por dos neurólogos y un residente, se divide las tareas: uno de los neurólogos acude directamente al helipuerto para una primera valoración, mientras el otro recoge las muestras y las lleva a las enfermeras de triaje, ya sobre aviso. Si el TAC confirma que el paciente es candidato a una trombectomía mecánica, se activa de inmediato a los radiólogos intervencionistas.

Este sistema ha demostrado su eficacia, siendo el ictus una de las patologías más frecuentes en los traslados aéreos. “En lo que va de año llevamos en torno a 15 pacientes con ictus que han llegado por esta vía”, confirma el doctor. Sin embargo, el beneficio del helipuerto y del protocolo trasciende la emergencia médica, ayudando a generar conc i e n c i a
en la población. “No creo que la respuesta sea que haya más ictus, los ictus siguen estando, lo que pasa es que se reconocen ahora mucho más porque la gente tiene
mucha más consciencia de lo que es la patología cerebral vascular”,reflexiona.

Por ello, el doctor Vizcaya insiste en la importancia de que la población sepa reconocer las señales de alarma para actuar sin demora. Los síntomas más comunes, explica, incluyen dificultades súbitas para hablar o comprender, alteraciones visuales, cambios en el comportamiento o el nivel de consciencia, y una pérdida de fuerza o parálisis en la cara, un brazo o una pierna, que a menudo se manifiesta con la desviación de la comisura de los labios.

Etiquetas

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Sociedad
  3. >Los pacientes con ictus, entre los más comunes en llegadas en helicóptero