También se rinde homenaje a la pionera Bertha Benz, quien realizó el primer viaje de larga distancia en este vehículo en 1888
El Museo de Historia de la Automoción de Salamanca (MHAS) dedica el mes de agosto a una de las piezas más emblemáticas y revolucionarias de la historia del motor. Se trata de una réplica exacta del triciclo Benz del año 1886, universalmente considerado como el primer vehículo autopropulsado por un motor de combustión interna de la historia.
Esta joya legendaria se convierte en la protagonista del verano en el museo salmantino, invitando a visitantes y locales a un viaje a los orígenes de la movilidad moderna. En una ciudad como Salamanca, que fusiona cultura, patrimonio e historia, la pieza ofrece una oportunidad única para comprender uno de los inventos más trascendentales de la humanidad.
El triciclo no se exhibe de forma aislada. Forma parte de la exposición temporal ‘Mercedes: La Estrella’, un completo recorrido que rinde homenaje a los orígenes y la evolución de una de las marcas más influyentes del mundo. La muestra está compuesta por un total de 21 automóviles que representan la trayectoria de la firma y sus hitos más significativos.
La historia del automóvil comenzó oficialmente el 29 de enero de 1886. En esa fecha, el ingeniero Karl Benz patentó su “vehículo propulsado por un motor de combustión interna”. Dicha patente, con el código DRP 37435, supuso el nacimiento del automóvil moderno y su importancia es tal que actualmente está reconocida por la UNESCO como parte del Programa Memoria del Mundo.
La pieza que se puede contemplar en el MHAS es una de las pocas réplicas oficiales creadas por la propia Mercedes-Benz, respetando con absoluta fidelidad los elementos y características del diseño original.
El vehículo es un ejemplo de la innovación técnica que transformó para siempre la movilidad. Su diseño, ligero y funcional, se basaba en una estructura tubular y ruedas de radios, con un peso total de solo 265 kg. Sus especificaciones técnicas eran:
En paralelo a la exhibición de la pieza, el museo aprovecha para recordar y poner en valor la figura de Bertha Benz, esposa del inventor y una figura crucial en la historia del automovilismo. En 1888, junto a sus hijos, Bertha realizó el primer viaje de larga distancia a bordo de este vehículo sin el conocimiento de su marido.
Su hazaña no solo demostró la viabilidad y fiabilidad del invento, sino que abrió una nueva era en la historia del transporte, demostrando que el automóvil era mucho más que una simple curiosidad técnica y que tenía un futuro práctico para la sociedad.