LOCAL
Actualizado 23/07/2025 23:37:34
Miguel Ángel González

Dos veteranos donantes de Salamanca, María José García y Fernando Díaz, relatan su experiencia de décadas para fomentar la donación de sangre.

Donar sangre es un gesto que apenas dura unos minutos pero que tiene el poder de salvar vidas. Para María José García Fraile y Fernando Díaz Torres, un matrimonio de veteranos donantes salmantinos, esta acción se ha convertido en un compromiso que ahora comparten para concienciar sobre una necesidad que se intensifica con la llegada del verano.

Un compromiso que nace para salvar vidas

Las motivaciones para iniciar el camino de la donación son variadas. Para Fernando Díaz, que acumula más de 30 años como donante, la razón fue clara y directa, "porque algo tan sencillo podía salvar la vida de otras personas".

En el caso de María José García, la necesidad se hizo palpable a través de su entorno más cercano. "He tenido familiares que han necesitado una transfusión y te das cuenta de que la sangre puede salvar vidas", explica. A esto se le sumó su circunstancia personal, "soy cero negativo, la universal, con más motivo. Mi sangre le vale a todo el mundo, con lo cual te conciencias de la escasez y la necesidad que había", detalla María José.

Una trayectoria solidaria con más de 50 donaciones

La constancia es el mejor reflejo de su compromiso. Suman más de 50 donaciones a lo largo de sus vidas. Aunque comenzaron su andadura por separado, con Fernando iniciándose "un poquito antes", han mantenido el hábito durante décadas.

María José recuerda haber interrumpido las donaciones temporalmente "por los embarazos", siguiendo siempre las indicaciones médicas, pero retomó el gesto en cuanto le fue posible. Además, su generosidad es doble, ya que dona tanto sangre como plasma, ofreciendo su ayuda siempre que se lo solicitan.

¿Está la sociedad realmente concienciada?

A la pregunta de si la gente es consciente de la importancia de donar, sus opiniones muestran dos caras de la misma realidad. Fernando es tajante en su percepción, "no, en absoluto. Si fuera así, donaría más gente".

María José, por su parte, ofrece una visión más matizada. "Hay gente que sí y hay gente que no, hay de todo", señala, reconociendo que muchas personas no donan "por miedo a las agujas o por diferentes circunstancias".

No obstante, destaca el efecto positivo de las campañas y los recordatorios de las asociaciones, aunque lamenta que "ojalá la gente estuviera concienciada, no habría tanta escasez de sangre ahora mismo en los hospitales". En su entorno laboral, en la Junta de Castilla y León, sí percibe un ambiente favorable, ya que "el servicio de donantes viene aquí al edificio y nos permiten hacer las donaciones desde aquí".

Un llamamiento a la acción: "Es un acto de generosidad"

Ambos donantes animan activamente a la sociedad a sumarse a esta causa, especialmente en periodos críticos como el actual. Para ello, María José utiliza su propio ejemplo para desmitificar uno de los mayores frenos: el pánico a las agujas.

"Para mí es muy desagradable hacerme unos análisis y sin embargo cuando voy a donar me motiva el hecho de donar sangre, y mira que la aguja es grande", confiesa. Su mensaje para quienes dudan es claro, "cuando veo a alguien que me dice 'ay, es que las agujas', le digo: más miedo que me da a mí no le da a nadie".

Su reflexión final resume el espíritu que les ha movido durante décadas: "Es un acto de generosidad que deberíamos tener todos porque no cuesta nada. Te cuesta sentarte, poner el brazo y que te saquen la sangre, sin embargo, el beneficio que puede reportar a otras personas es muy grande".

Etiquetas

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Local
  3. >María José y Fernando, décadas donando sangre en Salamanca: 'El beneficio para otros es muy grande'