“Poco a poco la tenemos que ir enganchando con lo que hagamos dentro del verde", manifestaba tras el entrenamiento.
Apenas cuatro sesiones han bastado para que un nuevo aire, cargado de optimismo y una filosofía de juego muy definida, comience a soplar en el anexo al Helmántico. El encargado de ponerle voz a estas primeras sensaciones ha sido uno de los veteranos del equipo, Iván Casado, quien ha desgranado las claves de un proyecto que busca reconciliarse con su afición a través del buen fútbol.
Tras una temporada pasada marcada por el sufrimiento, la pretemporada se presentaba como el terreno donde cimentar la esperanza. Y el método parece claro. Casado ha explicado cómo el cuerpo técnico está logrando combinar la dureza física inherente a estas fechas con una propuesta atractiva. “La pretemporada está claro que es lo más duro, donde te meten todo el trabajo físico, pero creo que lo están tratando de hacerlo todo siempre con balón, para que no sea tan aburrido o tan monótono y podamos divertirnos”, ha señalado el defensor. Esta metodología no es casual, sino la primera piedra del edificio que el entrenador quiere construir.
La idea es innegociable: el balón es el protagonista. “La idea del míster es todo basado con la pelota, tener mucho la pelota, ser dominadores y entonces, pues, ya desde el primer día nos lo están inculcando”, ha afirmado Casado. No se trata de una ruptura total con el pasado reciente, sino de una evolución. El técnico, que ya dirigió al equipo en la recta final de la campaña anterior, ahora dispone del tiempo y la calma necesarios para profundizar en su modelo. “Quizá el año pasado le tocaba ser un poco más práctico porque nos estábamos jugando muchísimo y ahora hay conceptos que no nos pudo meter por tiempo. Ahora vamos a tener mucho más tiempo para amoldarnos a su modelo de juego”, ha contextualizado el jugador.
Uno de los puntos que más ha llamado la atención de Iván Casado en este arranque ha sido el nivel y la actitud de las nuevas incorporaciones. El veterano no ha ocultado su grata sorpresa con los fichajes, muchos de los cuales llegan con un hambre voraz por demostrar su valía. “Me está sorprendiendo algunos compañeros que han venido, sinceramente. Vienen con muchísimas ganas y creo que, aunque vengan de una categoría inferior, a algunos se les quedaba pequeña ya esa categoría”, ha confesado.
Al ser preguntado por nombres propios, Casado no ha dudado en destacar a uno de los jóvenes talentos, un joven extremo de 22 años procedente del Portugalete, de Tercera RFEF. “Por ejemplo, Aimar, lo visto me parece un chico espectacular y creo que la gente se va a sorprender con él”. Un vaticinio que genera expectación en torno a un futbolista del que se esperan grandes cosas.
En el capítulo de llegadas también figuran perfiles diferentes, como el de Hugo Marcos, quien se ha incorporado procedente de una categoría superior, la Primera RFEF, donde jugó 12 encuentros con la Segoviana. Su adaptación, como es lógico, está siendo progresiva. “Es su primer entreno, prácticamente no sabe casi ni los nombres de los compañeros”, ha comentado Casado entre risas, relatando cómo el recién llegado le preguntaba por el nombre de algún compañero para pedirle el balón. Sin embargo, su experiencia es vista como un valor añadido fundamental para el grupo.
Mención aparte merece la llegada de Parra, un movimiento que ha generado comentarios en la ciudad por suponer un cambio de escudo desde el rival directo en la ciudad, Unionistas. Casado ha abordado el tema con naturalidad y respeto. “Las referencias que me han dado son muy buenas. Quizás él quería una oportunidad más arriba y estar en un proyecto que se sintiese un poquito más protagonista. Es libre de cambiar de equipo y de rival en la misma ciudad”, ha opinado, subrayando que lo importante es lo que pueda aportar en el terreno de juego.
La conexión con la grada es otro de los grandes objetivos de la temporada. Iván Casado es consciente de que el equipo tiene la responsabilidad de volver a ilusionar a una afición que sufrió mucho el año pasado. El camino para lograrlo, según él, es claro y pasa por el césped. “Poco a poco la tenemos que ir enganchando con lo que hagamos dentro del verde. Si las cosas nos van saliendo bien y van viendo que funcionamos, la afición se va a enganchar, porque no tengo ninguna duda de que esta afición, cuando en el verde las cosas van saliendo, te anima y no te deja solo”.
Finalmente, el equipo deberá afrontar el inicio de la competición lejos de su templo, el Helmántico, actualmente en obras. Los primeros partidos como local se disputarán en Las Pistas, una circunstancia que el vestuario asume con pragmatismo. “Es lo que hay. Al final el estadio está en obras, nos tenemos que adaptar”, ha sentenciado Casado, quien además ha valorado positivamente el estado del terreno de juego del recinto alternativo. “Hoy, que es el primer entrenamiento que hacemos aquí, está el césped muy bien, así que ningún problema”. Con una filosofía clara, fichajes que ilusionan y la promesa de “divertirse”, el Salamanca UDS ha puesto la primera marcha hacia una temporada que aspira a ser muy diferente.