El evento permitió a los mayores disfrutar de una jornada emotiva, recordando su juventud y compartiendo experiencias con los propietarios de los coches.
La mañana de este domingo ha tenido un color especial en Alba de Tormes, concretamente en la Residencia Gerialba. Una treintena de vehículos clásicos se han concentrado en sus instalaciones para ofrecer a los residentes un evento inolvidable, lleno de nostalgia, motor y, sobre todo, mucha emoción.
Lo que podría haber sido una simple concentración de coches se ha convertido en un puente entre generaciones y aficiones. Los propietarios de estas joyas sobre ruedas han compartido su tiempo y su pasión con los mayores, quienes han podido admirar de cerca modelos que, en muchos casos, formaron parte del paisaje de su juventud.
El rugido de los motores y el brillo de las carrocerías perfectamente conservadas han roto la rutina del centro, generando una atmósfera de fiesta y curiosidad. El evento ha sido, en palabras de los organizadores y del propio centro, "una maravilla de mañana", un encuentro que ha estado marcado por las sonrisas de los mayores y el entusiasmo de los participantes. El albense Jesús Núñez, uno de los impulsores de la iniciativa por segundo año consecutivo, tambén manifestaba su alegría por la este tipo de concentración. "'Cómo hemos disfrutado", añadía.
Desde la Residencia Gerialba han querido expresar su profundo agradecimiento a todos los conductores y aficionados que han hecho posible la jornada. En un comunicado, han destacado el valor de este tipo de iniciativas que van más allá del entretenimiento.
“Gestos como este nos demuestran que las pequeñas acciones pueden dejar grandes huellas”, han señalado desde el centro. Han agradecido a los participantes no solo su tiempo y entusiasmo, sino también "su corazón", subrayando el impacto positivo que estas visitas tienen en el bienestar anímico de los residentes.
La jornada ha concluido con la promesa de futuros encuentros, ya que desde Gerialba han dejado la puerta abierta a nuevas colaboraciones, asegurando a los participantes: "¡Os esperamos con los brazos abiertos en futuras ocasiones!".