La obra alcanza su función número 276 en su gira por la provincia de Salamanca
Ayer se cumplió un sueño (y puede que hasta varios) pues se representó en la iglesia de San Pelayo de Guareña la obra teatral 'Buscando a Nebrija', interpretada por nueve actrices, actores y músicos y que, producida por Javier de Prado y escrita y dirigida por Denis Rafter ya va por su función número 276, en su gira por la provincia de Salamanca, y que ha cruzado la frontera de la misma en varias ocasiones, pues hasta Torrelavega llegaron el pasado mayo, y ya se esperan en agosto, en León, en el Festival Escenario Patrimonio.
Y es que la iglesia de San Pelayo era un sueño pendiente para Marisa Bueno (actriz que interpreta a Manuela), pues la arquitectura escalonada cual teatro romano, pareciera que fuera construida para recibir al teatro, y ayer quedó constatado que ha sido el escenario ideal, no solo para la actriz que tanto añoraba visitarla, sino para todo el elenco que alucinó por la perfecta estructura teatral que les abrió los brazos y que hizo disfrutar al público presente tanto, que no bastaron los aplausos que no parecían terminar, sino que a la salida del público de la iglesia, varios habitantes del pueblo dijeron: “ya saben dónde queda San Pelayo, así que pueden volver cuando quieran”.
Viajando a través de la historia entre drama, comedia, música y mucha complicidad entre artistas y público, la vida y obra de Nebrija se convirtió ayer en el centro de atención de los presentes en la función, que contó además con un notable público de pequeños habitantes del pueblo, que respetaron y honraron al teatro con su más absoluta atención y asombro, en silencio.
La compañía Lazarillo de Tormes se ha convertido no solo en la compañía que rompiendo récords de representaciones viaja llevando el teatro a cada rincón de la Salamanca rural, sino que ya se espera en cada pueblo, y hasta tiene su propio público que la sigue desde otros pueblos, para volver a vivir en tan solo una hora, toda una gama de emociones, y a disfrutar, reflexionar con esta apasionante puesta en escena, que no puede tener un elenco más entregado, que vive y hace vivir el teatro con tanto gusto y profesionalidad.
El Área de Cultura de la Diputación de Salamanca con la complicidad del Ayuntamiento y la Parroquia de San Pelayo de Guareña propiciaron todas estas vivencias y sensaciones tanto del público como del grupo Lazarillo de Tormes.