Además de Lemus, por el escenario fueron pasando el Grupo Surco, Oasis Dance Studio, Adolfo Morao, Bego Salazar y Cristina Len
Las IV Jornadas de Cultura Tradicional Rayana promovidas por el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo (con la colaboración de Iberdrola) llegaron a su conclusión en la fresca noche del sábado de una forma rompedora, con la puesta en escena en plena Plaza Mayor del singular espectáculo La Primera Cena Charra que ha creado el joven mirobrigense Lemus.
En este espectáculo -que se ofrecía al completo por primera vez (con una mesa como referencia escénica central, siguiendo el título)- Lemus se mete en la piel de Berrako, para encargarse de realizar una profunda exaltación de la tierra charra -especialmente de su folklore, pero también de otras tradiciones, como por ejemplo la Virgen de la Peña de Francia- con la compañía de un amplísimo grupo de artistas de variadas edades.
Por un lado, se contó con el Grupo Surco (que según explicó Lemus ‘le acogió’ cuando les presentó el proyecto), con dos jóvenes tamborileros de la zona, Martín y Ángel; las charras Nieves, Mamen, Mariló y Nuria; los hermanos Víctor y Pablo, que se encargaron de bailar las banderas; y al frente de todos ellos Cefe Torres, quién fue precisamente uno de los impulsores en su día de las veladas veraniegas de folklore en la Plaza Mayor mirobrigense.
Por otro lado, se contó con las coreografías de la escuela de baile Oasis Dance Studio de Salamanca, representada por Paula, Lucía, Estefanía, Paula, y su responsable, Pope Martínez. Y completando la relación de artistas que pasaron el escenario, estuvieron el guitarrista Adolfo Morao, y Bego Salazar y Cristina Len como cantantes (por cierto, que Cristina Len y Lemus volverán a compartir escenario en el último espectáculo de la Feria de Teatro 2025).
Los mencionados artistas fueron ofreciendo una serie de números de lo más variado (la velada duró 100 intensos minutos), con la guía principal de la voz de Lemus (que dedicó por ejemplo una pieza a su padre y otra a Rafael Farina), enganchando por completo al numerosísimo público que ya de por sí se había acercado a la Plaza Mayor producto de la expectación generada (sillas y terrazas estuvieron a reventar, además de seguirlo de pie numerosísima gente alrededor).
En el tramo final, hubo una sorpresa, ya que subió al escenario la Charanga AlRojo para interpretar La Campana Gorda, con cuyos sones se invitó a ponerse de pie a todos los presentes, mientras un foco iluminaba la campana de la Casa Consistorial.
Además de a todos los artistas participantes (que fue presentando uno a uno para que fuesen ovacionados por el público), Lemus dio las gracias a todos los que estuvieron detrás: dos amigos que le acompañan en sus proyectos, Virman y Rubén; los encargados de grabar la velada, Synim Project; así como Javi Electel y su equipo, que se habían encargado de hacer posible el montaje en la Plaza.
En los últimos compases del show, se ensalzó el regreso de las Tres Columnas a la Plaza Mayor 123 años después de su retirada, al contarse con una reproducción sobre el escenario, al igual que con un verraco para evocar el pasado vetón. Lemus hizo una lírica ‘declaración final de intenciones’ (en la que subrayó que “esto mereció la pena”), antes de cerrarse la velada con un bis, volviéndose a interpretar Los ojos de mi charra.