Los últimos datos de Sacyl confirman un importante alivio en la demora media para el quirófano, pero evidencian cuellos de botella críticos en el acceso a especialistas y pruebas diagnósticas
La sanidad pública en Salamanca presenta una realidad de dos velocidades que define la experiencia de miles de pacientes. Mientras la espera para entrar en un quirófano ha experimentado una notable mejoría, el camino para llegar hasta allí -conseguir una primera cita con el especialista y someterse a las pruebas diagnósticas necesarias- sigue siendo una auténtica odisea. Según los datos oficiales publicados por la Consejería de Sanidad (Sacyl) correspondientes al 30 de junio de 2025, un paciente salmantino espera una media de 75 días para una operación, pero debe aguardar 100 días para una primera consulta y hasta 264 días, casi nueve meses, para una ecografía.
El dato más positivo del último informe de Sacyl es la reducción de la lista de espera quirúrgica. El Complejo Asistencial Universitario de Salamanca cerró el segundo trimestre del año con 3.572 pacientes en su lista de espera estructural, una cifra significativamente inferior a la de periodos anteriores. La evolución muestra una clara tendencia a la baja:
En total, el número de pacientes pendientes de una intervención en Salamanca asciende a 6.360. De ellos, además de los 3.572 en espera estructural, hay 1.611 pacientes transitoriamente no programables por motivos clínicos o personales y 1.177 que aguardan tras rechazar ser operados en un centro alternativo, para quienes la espera se dispara a una media de 456 días.
Para gestionar esta demanda, Sacyl clasifica a los pacientes en la lista de espera quirúrgica según tres niveles de prioridad clínica, que determinan la urgencia de la intervención:
Prioridad 1: Pacientes cuyo tratamiento quirúrgico, siendo programable, no admite una demora superior a 30 días.
Prioridad 2: Pacientes cuya situación clínica o social admite una demora relativa, siendo recomendable la intervención en un plazo inferior a 90 días.
Prioridad 3: Pacientes cuya patología permite la demora del tratamiento, ya que aquélla no produce secuelas importantes.
Teniendo esto en cuenta, aunque la media es de 75 días, la distribución de los 3.572 pacientes en la lista estructural muestra que la gran mayoría se concentra en el tramo más corto, aunque más de un millar superan los tres meses de espera:
El alivio en los quirófanos contrasta frontalmente con la situación de las primeras consultas externas. Un total de 17.990 personas aguardan una cita con un especialista en Salamanca, de las cuales 9.742 se encuentran en la lista de espera estructural. Para este grupo, el tiempo medio de espera se sitúa en 100 días, una cifra que no solo representa más de tres meses de incertidumbre para el paciente, sino que además supera la media de Castilla y León, que se sitúa en 88 días.
El otro gran punto crítico del sistema se encuentra en la realización de pruebas diagnósticas, esenciales para confirmar patologías y decidir tratamientos. Las demoras en este ámbito son especialmente pronunciadas, con la ecografía a la cabeza del problema.
Dentro de la lista de espera quirúrgica, la situación varía enormemente según la especialidad. Traumatología sigue siendo el servicio con mayor volumen de pacientes, mientras que Cirugía Plástica registra la demora media más elevada, superando los 100 días.