Se celebra este fin de semana, y se consolida como un espacio para el arte de vanguardia y la reflexión social.
El Festival Transfronterizo de Poesía, Patrimonio y Arte de Vanguardia (PAN) ha alcanzado su 22ª edición, consolidándose como una cita ineludible que fusiona la creación artística más audaz con un profundo compromiso con el territorio. En una rueda de prensa celebrada en la Diputación de Salamanca, el diputado de cultura, David Mingo, y el alcalde de Morille y director del PAN, Manuel Ambrosio Sánchez, han desgranado los detalles de un evento que este fin de semana volverá a convertir a la localidad salmantina y a su contraparte portuguesa, Mirandela, en epicentros de un diálogo cultural que desafía fronteras y reivindica el potencial del mundo rural.
Este año, el festival ha decidido poner el foco en un tema de profunda resonancia social y personal: la maternidad. Lejos de una visión única o idealizada, el PAN se propone explorar sus múltiples y complejas facetas, desde la experiencia migrante hasta la decisión de no ser madre, pasando por la dura realidad de la maternidad infantil en países desfavorecidos.
Desde su nacimiento en 2003, fruto de la colaboración entre el Ayuntamiento de Morille, la Asociación Cultural El Zurguén y el Departamento de Literatura Española e Hispanoamericana de la Universidad de Salamanca, el festival ha mantenido una clara vocación transfronteriza e interdisciplinar. David Mingo ha subrayado esta esencia, describiendo el evento como una herramienta vital para fortalecer los lazos entre España y Portugal.
"El PAN es una llamada de atención, pues por supuesto a los poderes públicos, también a la ciudadanía en general, sobre la necesidad de apoyar, de incentivar de una manera constante los contactos entre todos los campos a un lado y a otro de la vieja frontera hispano portuguesa", ha afirmado el diputado. En este sentido, ha destacado la cultura como un "factor fundamental para la negociación económica de las regiones quizás más desfavorecidas".
Esta filosofía se entrelaza con el segundo pilar del festival: la lucha contra la despoblación. Mingo ha sido contundente al señalar que "la apuesta por el medio rural forma parte de la esencia evidente del festival desde el inicio". El PAN no es solo una exhibición artística, sino un evento programado con la "pretensión de revitalizar el medio rural" y generar oportunidades que fijen población, especialmente a los más jóvenes.
La dirección organizativa del programa de este año ha recaído en una voz que encarna a la perfección la complejidad del tema central. Durante la presentación, la responsable ha compartido una perspectiva íntima y poderosa que define el espíritu de esta edición.
"Yo como mujer migrante y madre, que tuve que pasar por un proceso migratorio, dejando mi vida atrás, dejando mi hija atrás, y buscando la manera de seguir siendo madre a la distancia, a miles de kilómetros", ha relatado, poniendo de manifiesto las maternidades invisibilizadas y resilientes. El objetivo, ha explicado, es "visualizar todos los aspectos de la vida de una mujer" a través del arte y la poesía.
El homenaje se extiende a la mujer que es ama de casa, a la profesionista, a las mujeres del campo que compaginan su arduo trabajo con la crianza, y también a "las mujeres que deciden no ser madres".
El festival no ha rehuido las aristas más dolorosas del tema, abordando de frente la maternidad infantil, una lacra en muchas partes del mundo. La organizadora ha aportado un dato estremecedor para contextualizar la urgencia de esta reflexión: "En mi país, por ejemplo, 20.000 niñas son madres todos los años, en edades de 10 y 18 años, por diversos factores familiares, económicos, pobreza, y que algunas podrán cumplir con ese rol y otras no".
Es precisamente esta voluntad de visibilizar y dignificar todas estas realidades lo que convierte al PAN en mucho más que un festival. Se trata de un espacio de encuentro y reflexión que utiliza la poesía y el arte de vanguardia como vehículos para el comentario social y el homenaje.
El festival, que contará con la participación de poetas, artistas y especialistas de España, Portugal, numerosos países latinoamericanos, Alemania y Francia, se presenta como una oportunidad única para experimentar la cultura de una forma diferente. Manuel Ambrosio Sánchez ha reiterado la invitación a visitar Morille, no solo este fin de semana, sino en cualquier momento del año, para descubrir un pueblo comprometido con la creación contemporánea.
La 22ª edición del PAN se erige, por tanto, como un acto de afirmación cultural y social. Una demostración de que el arte más innovador puede florecer en el corazón del mundo rural, generando diálogo, cuestionando realidades y, sobre todo, construyendo puentes donde antes solo había fronteras.