Allí en su colegio
aprendió Daniel
a hacer muchas cosas
con el papel.
Un avión que vuela
y lo hace muy bien,
una pajarita
que quedó chipén,
después, atrevido,
quiso hacer un tren,
-“Le faltan vagones,
no tengo papel”-.
-“Le pido a mi amigo,
se llama Samuel”-.
Y allí con las hojas,
su amigo Samuel,
le ayuda enseguida
a acabar el tren.
Chucu chucu chucu,
dicen a la vez,
cuando juegan juntos
Samuel y Daniel.
Chucu chucu chucu
dicen a la vez
estos dos amigos
con su largo tren.
Mercedes Sánchez
Fotografía: José Amador Martín