Ambos jugadores destacaron su atracción por la atmósfera del Reina Sofía como factor clave en su decisión.
El proyecto de Unionistas de Salamanca para la temporada 2024-2025 ha comenzado a tomar forma de manera oficial. En una sala de prensa que ya respira la ilusión del nuevo curso, el director deportivo, Antonio Paz, ha presentado a las dos primeras incorporaciones del club: el lateral derecho Víctor Olmedo y el guardameta Unai Marino. Dos perfiles distintos pero con un denominador común: una profunda atracción por la atmósfera única del Reina Sofía y el deseo de crecer en un club que ha definido su identidad a través de la pasión de su gente.
La presentación ha servido no solo para dar la bienvenida a los nuevos rostros, sino también para que Antonio Paz, en su nuevo rol, expusiera con claridad la hoja de ruta del club. Una estrategia que combina la ambición deportiva con una gestión pragmática, donde la salida de jugadores clave como Mikel Serrano se ha transformado en una oportunidad y un “éxito” que refuerza el modelo de Unionistas como “club trampolín”.
El primero en ser presentado ha sido Víctor Olmedo, lateral alicantino procedente del Yeclano y que, como ha revelado Paz, ostenta el honor de ser su “primer fichaje como director deportivo”. Olmedo no ha ocultado su entusiasmo y ha confesado que la decisión de unirse a Unionistas fue casi instantánea. La razón principal, la magia de un estadio que ya conocía desde la distancia.
“En cuanto supe la noticia del interés de Unionistas, no tuve ninguna duda, porque ya lo seguía desde hace tiempo”, ha afirmado el defensor. Ha recordado con admiración las grandes noches coperas del club: “He visto eliminatorias de Copa del Rey frente al Barça, frente al Villarreal, y fue algo que me cautivó, la verdad, y tenía muchísimas ganas de estar en un club de este calibre”.
Las referencias no podían ser mejores. Su agente, el exjugador del club Óscar, le habló maravillas de la entidad, describiéndola como un “club familiar donde todo el mundo ayuda”. A esta conexión se ha sumado una curiosa coincidencia que el propio jugador ha interpretado como una señal. “Dio la casualidad de que el año pasado me tatué ‘Ad astra’ y, bueno, en cuanto lo supe en el club dije que, para mí, las coincidencias no existen. Si eso pasa es por algo y si estoy aquí es porque tanto el club y yo hemos querido”, ha relatado Olmedo, mostrando su conexión con el lema del club.
En cuanto a su aportación en el terreno de juego, se ha definido como un futbolista con vocación ofensiva. “Me caracterizo por ser un lateral con buen pie, con manejo de balón y que me gusta tener esa posesión. Me gusta incorporarme al ataque, me gusta sacar centros y ser protagonista con el balón, siempre sin descuidar la la fase defensiva”, ha explicado, alineándose con el estilo que se espera de un equipo protagonista en el Reina Sofía.
A su lado, Unai Marino, portero de 25 años llegado de la SD Amorebieta, ha compartido una motivación similar. Su primer contacto con el Reina Sofía fue como rival, una experiencia que le marcó profundamente. “Me dijeron que iba a alucinar un poco con el ambiente de fútbol que se vivía y la verdad que así fue. Me impresionó mucho y luego me enteré que fue la entrada que menos gente vino al campo. Entonces ahí pues me aluciné un poco más”, ha comentado entre risas, dejando claro su deseo de vivir esa misma pasión ahora como local.
Marino ha destacado que las negociaciones fueron extremadamente rápidas, señal de un interés mutuo e inequívoco. “Estábamos encantados de juntar nuestros caminos”, ha sentenciado. El guardameta ha llegado con el aval de numerosos excompañeros que pasaron por Salamanca, como Íñigo Muñoz, Javi Luaces, Albisua, Mier, Raiko o incluso Jesús de Miguel. Todos ellos le transmitieron el mismo mensaje: “Me dijeron que iba a venir a un club único y la verdad que los primeros días que llevamos ya hemos comentado que se siente eso, que llegamos a un club único en el fútbol español”.
Más allá de las presentaciones, la comparecencia ha sido una declaración de intenciones por parte de Antonio Paz. El director deportivo ha abordado sin tapujos la inminente salida de Mikel Serrano, una operación que ha calificado como “un éxito más de unionistas”. Lejos de lamentar la pérdida deportiva, Paz ha enmarcado la venta en la filosofía del club.
“Sabemos cómo es el club, que somos ese club trampolín para jugadores jóvenes que demuestran y la hacen bien”, ha explicado. Ha recordado que Villar fue una “apuesta importante y arriesgada” tras medio año parado, y que su traspaso a un filial de Primera División, el Osasuna B, según avanzaba el periodista Ángel García, es un beneficio tangible del trabajo realizado. El dinero de la venta, ha confirmado, se reinvertirá de forma inteligente. “Es una cuantía que nos ayudará para, en otras posiciones que tenemos claro que queremos y a lo mejor económicamente no llegamos, dar ese empujoncito”, ha asegurado.
Paz ha insistido en la importancia de asegurar contratos más largos, una batalla que está librando en el mercado actual para que el club pueda obtener retornos futuros, como ya ocurrió con Jesús de Miguel. En este sentido, ha destacado el valor de la cantera, con el filial en Tercera RFEF y el juvenil en División de Honor, como una vía cada vez más cercana para generar talento y valor.
Finalmente, ha transmitido un mensaje de calma y confianza en la planificación. “Había nervios hace dos semanas porque no había jugadores, ahora estamos bastantes y hemos seguido la misma línea sin sobrepagar, sin ponernos nerviosos y siguiendo la hoja de ruta”, ha concluido, confirmando la total sintonía con el míster, Oriol, para construir una plantilla competitiva y con perfiles “muy Reina Sofía”, como el del deseado mediocentro Juanje, a quien ha definido como “un competidor nato” y “un líder dentro del campo”.