El concejal Pedro Martínez visita los campamentos en el TORMES+ y reafirma el compromiso municipal con el talento y la innovación desde edades tempranas
El concejal de Promoción Económica, Comercio, Mercados y Juventud, Pedro Martínez, ha visitado este miércoles el Centro de Formación y Emprendimiento TORMES+ para conocer de primera mano el desarrollo de los campamentos de verano Salamanca Tech. Esta iniciativa municipal ofrece en su edición de 2025 un total de 756 plazas para que el alumnado de Educación Primaria se sumerja en el mundo de la tecnología, la robótica, la programación y el diseño 3D.
La visita ha servido para constatar el éxito de una propuesta que combina el aprendizaje práctico con la diversión, utilizando tecnologías de vanguardia y estrategias como la gamificación y el trabajo colaborativo para despertar el interés de los más pequeños por las disciplinas del futuro.
Durante su recorrido por las instalaciones, Pedro Martínez ha destacado que estos campamentos “son una apuesta firme del Ayuntamiento por despertar vocaciones científico-tecnológicas desde edades tempranas, al tiempo que se ofrece una alternativa educativa y lúdica durante el verano”.
Asimismo, el concejal ha puesto en valor la importancia de formar a las nuevas generaciones en competencias clave para el futuro laboral, como el trabajo en equipo, la resolución de problemas o el pensamiento crítico. En este sentido, ha reafirmado el compromiso del Ayuntamiento de Salamanca “con el impulso del talento joven y el desarrollo de una ciudad innovadora y preparada para los retos del futuro”.
Así funcionan los campamentos Salamanca Tech 2025
La edición de verano de este programa tecnológico se ha consolidado como una de las ofertas estivales más demandadas. Sus claves son:
Aprendizaje práctico y divertido
El enfoque de los campamentos es eminentemente práctico y dinámico, con actividades adaptadas a las diferentes edades y niveles de los participantes. Los talleres de robótica, programación, impresión 3D y los proyectos tecnológicos interdisciplinarios son el eje central de la programación.
A través de estas actividades, los jóvenes no solo adquieren conocimientos técnicos, sino que también desarrollan habilidades transversales en un espacio diseñado para el aprendizaje activo, la creatividad y la colaboración.