A sus 19 años, y junto a su caballo Caramelo, ha logrado la medalla de oro en la categoría San Jorje YR (Jóvenes Jinetes) superando una temporada marcada por las lesiones y ahora pone su objetivo en el Campeonato de España
El tesón, el talento y una conexión inquebrantable con su caballo han llevado a la amazona salmantina Isabel Muñoz Carreño a lo más alto del podio. A sus 19 años, la joven de El Cubo de Don Sancho, conocida en el mundo de la hípica como ‘Muca La Vetona’, se ha proclamado este domingo, 13 de julio, campeona de Castilla y León de doma clásica en la prestigiosa categoría San Jorge YR (Jóvenes Jinetes).
La prueba, celebrada en el Centro Ecuestre de Castilla y León, en Segovia, ha sido testigo de la maestría de Isabel y su fiel compañero, Caramelo, un bonito caballo de raza lusitana. Juntos han ejecutado una reprise que les ha otorgado el oro y que, para la propia campeona, ha supuesto una grata sorpresa.
Pese al resultado final, Isabel Muñoz ha confesado en declaraciones a Las Arribes al Día que no partía como favorita en sus propias quinielas. “No, la verdad es que yo no me lo esperaba si te soy sincera. Yo iba a aprender, a coger experiencia”, ha admitido con humildad. Era su primer campeonato en esta exigente categoría, un salto cualitativo desde que hace dos años se impusiera en la categoría de juveniles.
Sin embargo, las sensaciones durante la competición ya apuntaban alto. “Me esperaba que fuera a ir un poco peor, pero he visto la actitud del caballo bastante bien”, ha explicado la amazona. Esa buena sintonía ha sido clave para superar a una competencia de gran nivel, con siete binomios en liza, “un número bastante grande de personas para ser una doma clásica”, y con “caballos angloamericanos y españoles muy buenos también, de mucha calidad”, muchos de ellos valorados en más 100.000 euros.
El otro 50% de este éxito tiene nombre propio: Caramelo. Isabel describe a su caballo lusitano no como el que tiene los movimientos más espectaculares, sino como un animal con otras virtudes que marcan la diferencia. “Es un caballo con mucha capacidad para reunirse. No es el caballo que mejor se mueva del mundo, pero luego tiene muchísima fuerza y muy buena actitud de ir hacia adelante y a la mano”, ha detallado.
La relación entre ambos es el pilar de su trabajo. Aunque reconoce que la doma es una labor conjunta, destaca la nobleza de su compañero. “Le aplico lo que le tenga que ir aplicando en cada momento y lo acepta todo con una calma y una tranquilidad...”, ha afirmado. Y añade, con el cariño de quien conoce el carácter y fortalezas de su animal: “Aunque a veces tenemos momentos un poco tensos, el caballo tiene muy buen fondo, muy buen corazón”.
Este triunfo tiene un mérito añadido si se tienen en cuenta las dificultades que han afrontado esta temporada. Según ha explicado su padre, Emiliano Muñoz, el camino no ha sido fácil. El año ha estado marcado por contratiempos que han puesto a prueba su determinación: Caramelo sufrió una lesión que lo mantuvo parado un mes y medio, y la propia Isabel padeció una caída de una potra que la apartó de la monta durante otro mes y medio. En total, casi tres meses de parón en un año crucial.
Para compensarlo, la dedicación ha sido máxima. La joven, que compagina su pasión con los estudios de Bachillerato, ha entregado su vida al entrenamiento. “Sí, la verdad es que entrenamos bastante. Ahora estoy todos los días de la semana a entrenar con él”, ha señalado. Su jornada se extiende mucho más allá de la monta. “Trabajando, a lo mejor estoy 5 o, 6 horas”, calcula, sin contar el tiempo que pasa cuidando de las yeguas o entrenando a otros tres potros en casa.
Con el oro de Castilla y León colgado del cuello, Isabel Muñoz no se detiene. Su mirada ya está puesta en el siguiente gran reto. “Pues a partir de ahora, seguir mejorando y a ver qué tal, presentarnos a algunos concursos más que haya”, ha comentado sobre sus planes inmediatos, que tienen un objetivo claro: “Clasificarnos para el Campeonato de España”.
Esa cita nacional, el culmen de la temporada de doma clásica, se celebrará en Cádiz a finales de septiembre, y la amazona de El Cubo de Don Sancho luchará por estar allí y demostrar que su éxito regional es solo el principio de una prometedora carrera.
Fiel a sus raíces, Isabel concluye con una invitación a los aficionados a los caballos, y que refleja su amor por este deporte y su tierra. “Que se anime la gente de la zona, que si alguien quiere, tiene algún caballo, y necesita ayuda o lo que sea, pues ahí estoy, en El Cubo de Don Sancho”. Una campeona con los pies en el estribo y el corazón en su pueblo.