Querido Miguel Ángel:
Hoy, 10 de julio, fecha negra en el calendario, nos recuerda a todos los españoles de bien, la barbarie del terrorismo etarra. Segó una vida que aún no había comenzado a dar frutos. Han pasado 28 años desde que ETA perpetro tu secuestro para anunciar que 48 horas después (ese era el plazo que daba para acercar a los presos a las vascongadas) ¡y vaya si cumplieron su palabra! Todos los crímenes (más de 850) han sido horrendos, pero el tuyo despertó a la anestesiada sociedad y salió a la calle, con las manos pintadas de blanco y el grito ¡Basta ya! Luego esas letras fueron el símbolo del “Espíritu de Hermua”
Quiero expresar, en nombre de muchas personas de bien, nuestro agradecimiento por tu valentía. Ojalá tu muerte no hubiera sido en vano. Pasaron los años y aquellos cobardes, hoy forman parte del desgobierno de Sánchez.
Tu historia es un recordatorio a las gentes jóvenes por el compromiso que representaba ser del PP en tierras vascas Y vergüenza que esa parte de la historia de España, se blanquee o borre de las aulas. La memoria de las víctimas, debe ser preservada y honrada.
Estamos obligados a defender los valores democráticos por ser pilares fundamentales de nuestra sociedad. Que tu recuerdo nos impulse a seguir trabajando por un futuro donde la paz y la convivencia se den la mano.
Te recordaremos siempre.