El Albense Fútbol Sala evita su desaparición gracias a la elección unánime de una nueva junta directiva compuesta por ocho miembros.
El Albense Fútbol Sala sigue vivo. Lo que hasta hace unas horas era un rumor cargado de pesimismo, un final anunciado para uno de los emblemas deportivos de Alba de Tormes, se ha transformado en un grito de esperanza y continuidad. El club, que pendía de un hilo y se asomaba al abismo de la disolución, ha resurgido gracias al coraje de un grupo de socios y a un histórico proceso democrático que ha reafirmado el compromiso de la villa ducal con su equipo.
La jornada ha sido decisiva. Todas las miradas estaban puestas en el Ayuntamiento de Alba de Tormes, escenario de una reunión que podía haber certificado la defunción del club. El ambiente reflejaba el sentir de una afición que ha vivido un último mes sumida en el caos . La falta de un relevo en la dirección amenazaba con poner fin a décadas de historia, goles y formación deportiva, dejando un vacío irreparable en el tejido social y deportivo de la localidad.
Sin embargo, cuando el futuro parecía más oscuro, ha surgido la luz. Un grupo de ocho valientes ha dado un paso al frente, presentando una candidatura comprometida con el futuro de la entidad. No ha sido un acto impulsivo, sino una respuesta meditada a la llamada de auxilio de un club que es patrimonio de todos los albenses.
El momento clave del día ha llegado con la votación de los socios. Lejos de una decisión dividida o ajustada, el resultado ha sido un espaldarazo rotundo y unánime. Los 48 socios que han participado en la asamblea han depositado su confianza en la nueva candidatura. Un 48 a 0 que no solo legitima a la nueva junta directiva, sino que envía un mensaje poderoso: el Albense Fútbol Sala es una prioridad y su supervivencia, un objetivo común.
La nueva junta directiva, que asume desde hoy las riendas del club, está compuesta por un equipo de personas dispuestas a dedicar su tiempo y esfuerzo a la causa. La estructura de mando ha quedado definida de la siguiente manera:
Junto a ellos, la junta directiva se completa con cuatro vocales que aportarán su visión y trabajo en las diferentes áreas del club: Antonia Marcos, Roberto Rodríguez, Gustavo Sánchez y Ramón Sanz.
El tiempo apremia y la nueva directiva es plenamente consciente de ello. Tras un mes de parálisis, el trabajo se acumula. Según han manifestado tras su elección, su primer compromiso es firme y claro. La nueva junta directiva "se ha prometido ponerse manos a la obra para encauzar el equipo".
La noticia ha sido recibida con alivio y alegría en Alba de Tormes. La continuidad del Albense Fútbol Sala significa mucho más que la supervivencia de un equipo. Significa que los niños y jóvenes seguirán teniendo un referente, que el pabellón municipal volverá a vibrar con los partidos y que el nombre de Alba de Tormes continuará sonando en las competiciones deportivas. Hoy, el fútbol sala albense no solo ha evitado su desaparición, sino que ha iniciado, con el apoyo unánime de sus socios, una nueva y esperanzadora etapa en su historia.