El público, que llenó el templo, ovacionó la actuación de Guadalupe Lancho, Juan Francisco Vicente y Jenny Leyva, y el ciclo continúa su gira por la provincia.
Donde un día hubo una frontera entre reinos, hoy el arte tiende puentes. La iglesia de San Juan en Turra de Alba, una joya arquitectónica declarada Bien de Interés Cultural (BIC), se transformó en un escenario mágico para acoger el espectáculo 'Arcos y Ecos', una producción del Área de Cultura de la Diputación de Salamanca que busca poner en valor el patrimonio románico-mudéjar de la provincia.
El éxito de la convocatoria fue rotundo. El público, que superó con creces el doble de la población censada en la localidad, llenó por completo los bancos del cuidado templo. La velada culminó con una larga ovación final, con todos los asistentes en pie, y un animado coloquio con los artistas que demostró el profundo impacto que la actuación tuvo en los presentes.
El montaje, una cuidada selección de poesía y música, encajó a la perfección en la acústica y el ambiente del templo. Los tres artistas en escena, Guadalupe Lancho, Juan Francisco Vicente y Jenny Leyva, derrocharon su arte y sorprendieron a un público que, según los comentarios posteriores, no esperaba una interpretación de tan alto nivel en un entorno tan cercano y acogedor.
El propio nombre de la localidad, Turra, que en árabe significa "límite" o "frontera", evoca su pasado. En el siglo XIII, esta zona era la divisoria entre los reinos cristiano y musulmán. De esa convivencia nació la iglesia de San Juan, levantada por vasallos mudéjares, palabra que significa “a los que se les permitió quedarse” sin ser obligados a convertirse al cristianismo. Este templo es, por tanto, un claro y valioso exponente del arte románico-mudéjar.
El programa 'Arcos y Ecos', que cuenta con el apoyo de las diócesis, ayuntamientos y parroquias, continúa su recorrido por la provincia. Las próximas representaciones son:
El resto de actuaciones se pueden consultar en el calendario de la web oficial del programa, .