El presidente de la asociación provincial, Juan Agustín Fernández, prevé una afluencia similar a la del año pasado y pide que se tenga en cuenta a los negocios ya establecidos antes de promover nuevas áreas de autocaravanas
La llegada de los primeros viajeros anuncian que la temporada alta ha comenzado para los campings de Salamanca. El sector afronta los meses de verano con un optimismo moderado, esperando cifras estables, pero también con una voz firme para reivindicar su papel como motor económico y social en la provincia, un rol que, aseguran, no siempre es valorado por las administraciones.
Las previsiones para este verano son de consolidación. Juan Agustín Fernández, presidente de la Asociación de Campings de Salamanca, confirma que el escenario es muy parecido al del año anterior. "La temporada, de momento, va bien", señala, aunque recuerda la intrínseca dependencia del sector a un factor tan variable como la meteorología. La actividad ya se percibe en toda la provincia, aunque con ritmos distintos. Mientras los campings de la capital y su alfoz notaron antes el flujo por ser "zona de paso", el resto del territorio ya siente el despertar. El pico de ocupación, sin embargo, está a la vuelta de la esquina: "Yo creo que del 15 de julio hasta el 15 de agosto es lo más fuerte".
El perfil del visitante que elige los enclaves naturales de Salamanca es heterogéneo. No existe un único modelo, sino una convivencia de diferentes formas de entender el viaje. Por un lado, está el turista itinerante, a menudo al volante de una autocaravana o una furgoneta camper, que realiza paradas cortas en su ruta.
Junto a ellos, y con más fuerza a medida que avanza el verano, llega el campista de estancias prolongadas: familias y parejas que instalan su caravana o tienda de campaña buscando un refugio estable. Este fenómeno se nutre tanto de visitantes nacionales como internacionales. De hecho, el turista internacional juega un papel crucial, especialmente en primavera. "Desde Semana Santa se mueve mucho más el turista internacional", explica Fernández, que los describe como viajeros que recorren España y utilizan los campings salmantinos como parada estratégica en sus rutas hacia el sur o Portugal.
¿Qué buscan quienes apuestan por este modelo vacacional? Más allá del evidente contacto con el entorno, el presidente de la asociación destaca los valores que sustentan su oferta. "La ventaja principalmente son los servicios que todos los campings prestan", afirma, enumerando desde parcelas con buena sombra hasta completas instalaciones de lavandería o duchas.
Sin embargo, en el contexto actual, un factor ha ganado un peso capital: la seguridad. Los campings se erigen como recintos controlados y vigilados, un atributo que aporta una enorme tranquilidad. "La seguridad es muy importante hoy día", remarca Juan Agustín. Este entorno protegido, sumado al respiro que ofrecen frente a las olas de calor "con los calores que hace, tú vas a un camping y casi todos tienen su sombra, su tranquilidad de fresco", conforma una propuesta de valor diferencial.
A pesar de las buenas perspectivas, el sector no deja pasar la oportunidad de lanzar un mensaje contundente. La principal preocupación se centra en la proliferación de áreas para autocaravanas que, en ocasiones, se promueven sin tener en cuenta la infraestructura ya existente. "Los campings son empresas que crean empleo", subraya Fernández, insistiendo en que la mayoría son negocios independientes, a menudo familiares, que generan riqueza y fijan población.
La postura del sector no es de un rechazo frontal. "No es que estemos en contra de las áreas ni nada", matiza, reconociendo su utilidad. El problema de fondo, lamenta, es la falta de consideración por parte de las instituciones. "Lo que pasa es que a veces las administraciones no valoran lo que hay", critica. Sienten que se ignora a los campings que llevan años invirtiendo y cumpliendo normativas, mientras se impulsan alternativas que no siempre son la solución.
El mensaje final es una llamada al diálogo y al reconocimiento, una petición para que se cuente con su experiencia antes de tomar decisiones que les afectan. "Para solucionar esos problemas tienen que hablar con los que están ahí, los que estamos todos los días", concluye. Con la temporada en su apogeo, los campings salmantinos se preparan para demostrar, un verano más, su valor estratégico.