No voy a poner excusas cuando alguien me dice que le he hecho daño. Suelo pedir perdón , pero a veces el daño ya está hecho. En muchas ocasiones es debido a mi carácter impulsivo. Otras veces pienso que es luchando por cambios que quiero provocar en situaciones que considero injustas.
Dedicar una vida a la protección a la infancia ha supuesto muchas luchas con las administraciones, con los Escolapios, con los equipos creados, con los propios chicos e incluso con la familia.
Son más de treinta años creando estructuras para que los menores tengan una familia alternativa y una educación que les permita integrarse en una sociedad de derecho para mejorarla.
Así un equipo cada vez mayor gestiona dieciséis viviendas, formaciones profesionales, empresas de inserción, escuela de circo, de animación, proyectos en Marruecos,etc. Son acciones evaluables, con muchos errores, que emplean a más de cien trabajadores e históricamente habrán pasado más de diez mil alumnos. Todo no puede ser una farsa.
Pienso que ha merecido la pena porque he visto brillar muchos talentos apagados. He visto formar familias y hemos recogido a niños abandonados.
La lucha continua e incluso se incrementa. El mundo capitalista en el que vivimos es inaceptable y la izquierda y la Iglesia me decepciona. Somos demasiado cómplices y demasiado hipócritas. Nos resignamos a guerras, a corrupción, a hambrunas, a niños maltratados, a mujeres maltratadas, a racismo, homofobia, gordofobia, etc.
Mucha palabrería, poco compromiso y menos asunción de riesgos.
Debemos hacer un enfoque interseccional como ya decía la jurista afroamericana KimberléCrenshaw a finales de los años 80.Analizar y buscar soluciones a las múltiples discriminaciones interrelacionadas que sufren muchas personas. Niña nacida de una niña que viene de un orfanato bombardeado en Ucrania y es violada por un hombre de treinta años en Valladolid. Madre niña, siempre maltratada y ahora juzgada por una técnica de servicios sociales funcionaria que está de paso por menores y no tiene hijos. Fácilmente encontraran pruebas que la incriminan como madre incapaz.
Lógicamente la bebé no es posesión de la madre y necesita los mejores cuidados. ¿ Se puede garantizar la mejor protección con una familia adoptiva?. En mi experiencia tampoco.
Lucharemos dentro de lo que las leyes nos permitan para acompañar a las dos. Para responsabilizarnos de las dos. La madre ha hecho su primer curso de cocina, está teniendo sus primeras experiencia laborales y adora a la niña. Ya hace mucho tiempo que no se autolesiona y la bebé tiene un precioso apego con su madre niña.