LOCAL
Actualizado 04/07/2025 10:28:14
María Fuentes

El presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer en Salamanca hace balance de sus cuatro años de mandato, marcados por la expansión provincial para derribar el muro de silencio que aún rodea al diagnóstico

En una ciudad que es faro de conocimiento y vanguardia en la investigación oncológica, persiste una paradoja silenciosa: el ciudadano de a pie no siempre tiene a su alcance la información que podría transformar su manera de afrontar el cáncer. Romper ese muro de incertidumbre es la gran cruzada de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Salamanca. Una misión que su presidente provincial, Ángel Losada, ha abanderado durante un mandato que el próximo 23 de julio cumplirá cuatro años.

Justo en el ecuador de su posible mandato de ocho años, Losada hace balance en una entrevista para SALAMANCArtv AL DÍA de un periodo marcado por una profunda reorganización y expansión. “Ha sido un año de apuesta”, afirma, destacando un despliegue provincial que busca derribar barreras. “Tenemos que ponerlo muy fácil, llegar prácticamente puerta a puerta, porque sigue habiendo mucha resistencia a compartir la enfermedad”.

Las cifras respaldan esta apuesta por la proximidad. En estos cuatro años, la AECC de Salamanca ha pasado de 7.000 a estar a punto de alcanzar los 10.000 socios. Un respaldo social que se traduce en un presupuesto anual de un millón y medio de euros, del cual más del 90% proviene de aportaciones privadas.

“Estoy sorprendido del apoyo que tenemos”, confiesa el presidente. La solidaridad de Salamanca, asegura, es inmensa. “Mucho, mucho, mucho. Y te das cuenta de que la mayor parte de la gente que más contribuye no es la que más recursos tiene”. Este compromiso permite a la asociación planificar y sacar el máximo rendimiento a cada aportación, por modesta que sea.

Sin embargo, el principal desafío no es económico. “El principal reto de comunicación de la asociación no es ni recaudar más fondos, ni tener una mejor reputación”. El verdadero objetivo es que las personas que necesitan ayuda sepan que la AECC puede proporcionársela. Actualmente, la asociación llega a un 12% de los pacientes que se estima que necesitan apoyo, una media nacional que, aunque significativa, no es suficiente.

“Mucha de la gente a la que no llegamos no es porque ellos no quieran ayuda, sino porque ni siquiera identifican que podemos ayudarles. Y ahí es donde tenemos un gran reto”, explica. Se trata de un problema de percepción que la asociación combate con proyectos tangibles y cercanos.

La humanización como bandera: del ‘Espacio de Respiro’ a la expansión provincial

Uno de los proyectos más visibles ha sido el ‘Espacio de Respiro’ en el Hospital de Salamanca, inaugurado a comienzos de 2025. Concebido para mejorar el confort en la zona de espera, su impacto ha superado las expectativas. “Nos hemos dado cuenta de que hay gente que no va al hospital, pero que son pacientes o de su entorno, que tienen soledad, que les falta acompañamiento, y hemos convertido ese espacio en un servicio que antes no dábamos”, señala.

Este enfoque se enmarca en un plan de transformación nacional que busca la humanización de los servicios. En un sistema cada vez más tecnificado, el riesgo de despersonalización es real. “Humanización significa esto, significa al final, en el último centímetro, ser capaces de identificar si hay barreras y superarlas”, detalla Losada. Es un cambio cultural para poner a la persona en el centro de todo.

Esta filosofía se materializa en la expansión provincial. La AECC ya cuenta con siete puntos de servicio y el objetivo para los próximos tres años es alcanzar cerca de 20 localidades, ofreciendo desde charlas de oncólogos voluntarios hasta atención psicológica con un equipo en rotación para cubrir las necesidades de toda la provincia.

Quizás la iniciativa más ambiciosa se resume en el lema ‘El conocimiento cura’. En una alianza estratégica con el prestigioso Centro de Investigación del Cáncer (CIC), la AECC busca divulgar y hacer accesible todo el saber que se genera en Salamanca. “Partimos de la idea de que el conocimiento cura. Más allá de avanzar en nuevos tratamientos, es muy importante que seamos conscientes de que el cáncer es una realidad, al final, natural”, argumenta.

Este proyecto se apoya en un trabajo colaborativo con 24 entidades científicas que ha permitido definir 69 indicadores clave en las seis etapas de la experiencia del cáncer, desde la salud hasta el final de la vida. El gran propósito se redefine: “El objetivo, evidentemente, es que la gente se muera con cáncer, pero no de cáncer”.

Esta mentalidad es crucial para afrontar datos como los del INE, que indican que 1.034 personas fallecieron por tumores en Salamanca el último año. Lejos de ser una estadística para el desánimo, para Losada confirma la urgencia de la misión y la importancia de los avances para alcanzar la meta nacional de aumentar la supervivencia al 70% para 2030.

Por otro lado, una de las batallas más importantes en la prevención es contra el tabaco, causa de una de cada tres muertes por cáncer. La AECC impulsa el ‘Proyecto Cero’, una iniciativa europea que busca lograr una generación de jóvenes que lleguen a los 18 años sin haber fumado nunca.

Losada es tajante sobre las nuevas formas de consumo: “Es una auténtica falacia. La razón por la que no hay tantos datos de lo perjudiciales que son es simplemente que no hay los años suficientes para analizarlo”. La asociación trabaja con las universidades para diseñar campañas de concienciación, ante una realidad alarmante donde los vapeadores se regalan incluso en comuniones y el consumo empieza a los 12 años.

Un equipo humano que necesita más manos

Detrás de cada proyecto hay un equipo comprometido. En Salamanca, la asociación cuenta con 10 profesionales —psicólogos, trabajadores sociales, coordinadores y gerente— y una red de unos 300 voluntarios activos de los 500 inscritos.

Necesitamos más voluntarios”, insiste Losada. “Cualquier persona que se sienta llamada a hacer algo para reducir el impacto del cáncer va a tener algo que hacer. Lo que estamos intentando es que lo haga desde lo que le gusta hacer, desde lo que sabe hacer”.

Para quien acaba de recibir un diagnóstico y se siente perdido, el primer paso es directo. “Lo primero que tendría que hacer es llamar a este teléfono”, recomienda, refiriéndose a la línea de atención gratuita 900 100 036, que funciona 24 horas, 365 días al año. “Ahí va a haber un equipo que le va a atender, que le va a resolver todas las dudas”.

Es el acompañamiento que él mismo, por una experiencia personal con el cáncer de su padre, sabe que es transformador. “Ojalá mi familia y yo hubiéramos podido tener a alguien que nos acompañara. El último año de la vida de mi padre hubiera sido de otra manera”. Tras cuatro años de trabajo, el legado que a Ángel Losada le gustaría dejar es intangible pero profundo: “Mi objetivo sería que mejoremos cualitativamente el conocimiento de las personas sobre el cáncer y, sobre todo, que reduzcamos la incertidumbre que genera”, concluye.

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Local
  3. >“Tenemos que llegar puerta a puerta, sigue habiendo mucha resistencia a compartir la enfermedad”