El jugador de Alba de Tormes celebra su nuevo contrato y se prepara para su etapa en el Mirandés, un paso clave en su carrera profesional.
Un sueño cumplido y una maleta preparada para un nuevo reto. Así se podría resumir el presente de Adrián Hernández 'Pica', cuya voz cargada de significado ha puesto palabras al sentimiento de toda una cantera. El joven futbolista ha sellado su continuidad con el Deportivo Alavés, el club que le ha dado "ese salto a la liga profesional", firmando una renovación por las próximas tres temporadas.
Sin embargo, la rúbrica trae consigo un doble movimiento estratégico. El futuro inmediato de Pica no estará en Mendizorroza, sino en Anduva, ya que jugará cedido en el Club Deportivo Mirandés para buscar minutos y experiencia en la exigente Segunda División.
Para el futbolista, la firma es la culminación de un camino de esfuerzo. "Es uno de los días más importantes de mi vida", ha confesado con una ilusión palpable. "Nunca me lo imaginaba, renovar tres años con un equipo de Primera División", añadió, dejando entrever la magnitud del logro.
El camino hasta esta renovación no ha sido sencillo. La temporada pasada, marcada por la tensión en la parte baja de la tabla, fue una prueba de fuego que le ha fortalecido. "Ha habido momentos muy buenos y momentos muy malos que han servido para aprender mucho y hacerte muy fuerte de cabeza", ha reconocido el jugador.
Esa madurez precoz, forjada en la dificultad, es una de sus nuevas herramientas. "Sí que es verdad que hemos estado ahí abajo mucho tiempo y, bueno, pues, te tienes que rehacer de esos momentos", ha insistido. Parte de ese crecimiento ha tenido lugar en el día a día, en Ibaia, aprendiendo de los veteranos. "Soy una persona que se fija mucho en mis compañeros y, sobre todo, en aprender mucho de los que tienen más experiencia", ha explicado.
Ahora, su futuro inmediato pasa por Miranda de Ebro, un destino que afronta con conocimiento y ambición. Pica se ha declarado seguidor de la categoría de plata, consciente del desafío. "Es una división muy exigente, con equipos muy buenos. Hay partidos muy locos, o sea, nunca sabes lo que va a pasar, creo que está muy igualada", ha analizado.
Sus objetivos en el Mirandés son claros: no llega para ser un espectador. "Espero, pues, sumar los minutos posibles, aportar mucho al equipo y, pues eso, intentar llegar aquí el año siguiente con los máximos minutos posibles", ha afirmado, dejando claro que ve esta cesión como un trampolín para volver a Vitoria como un futbolista más completo.
Antes de partir, Pica no se ha olvidado de la afición albiazul, a la que ha enviado un mensaje de gratitud y compromiso: "Que me apoyen igual que han hecho el año pasado y que nos veremos por aquí". Un 'hasta pronto' que suena a la promesa de un canterano que se va para crecer, con el sueño renovado bajo el brazo.